Bléfari x Ugazio
Toda una trabajadora del arte
En el marco del Homenaje a Rosario Bléfari que se realizará en el Festival de Cine de Mar del Plata, conversamos con Nahuel Ugazio, director de cine y compañero de una de las tantas rutas que transitó y expandió Rosario
Por Martin Silva
Nahuel Ugazio es un director de cine que ha puesto en primer plano grandes momentos de la escena indie local. Junto Karina Fernández llevan adelante el proyecto Golondrina Cine: “la idea era, no solo pasar películas, sino acompañar la noche con bandas en vivo, muestras, charlas con realizadorxs, cortos y videoarte independiente. Hermosas noches itinerantes, tal como la golondrina, por eso le pusimos ese nombre”. Con esa misma productora realizaron El arte musical, un corto que da cuenta de la grabación del último disco de Rosario Bléfari. El envío forma parte del homenaje que se realizará a la genia y figura que aún alumbra con fuerza, y que es una de las ausencias más presentes.
A partir de la proyección de El arte musical en el 35º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, conversamos con Nahuel sobre su labor como realizador del corto y como compañero de trabajo de Bléfari en el proyecto multidisciplinario llamado Los Cartógrafos.
acá te dejamos los links al podcast
temporada 1 y temporada 2
La Linterna Noticias: Rosario siempre pareció una persona inquieta, que experimenta y busca todo el tiempo. ¿Es lo que quieren mostrar en el documental?
Nahuel Ugazio: La Rosario que yo conocí siempre se mostró como una persona inquieta y llena de ideas. También de mucha cordialidad, compañerismo y con un gran compromiso por el trabajo. Toda una trabajadora del arte. Una de las frases que más le escuché decir era “hagámoslo…” A veces no importaba cómo, hacerlo (y hacerlo bien, por los medios que sea) era el fin. El arte musical intenta demostrar eso. Rosario y Federico Orio (productor del disco y también del corto) me dieron las 11 horas de registro que ellxs mismxs hicieron durante la grabación para ver si servía algo de todo eso. No fue nada difícil encontrar a esa Rosario que conocía como amiga y compañera.
LL: Hay en ella una humildad enorme. Siendo que se trata de una de las estrellas de nuestro firmamento, participaba de cada espacio sin ningún tipo de condicionamientos.
NU: Humilde y laboriosa. Siempre fue una trabajadora. Creo que por eso es que se involucró en cada instancia de lo que se proponía y con mucho respeto por quienes la acompañaban y por quienes le brindaron espacios.
LL: Se adaptaba a todos los lugares y proyectos de manera que encajaba perfectamente en un escenario, una sala de teatro, un taller o leyendo poesía. Desde Los Cartógrafos, ¿cómo vivías esas múltiples facetas? ¿Qué te deja como experiencia?
NU: Es cierto que Rosario tenía una facilidad para poder hacer lo que quería en el formato que quería. Por eso creo que cuando hicimos Los Cartógrafos confluyeron tantas cosas en las que ella estaba metida de lleno pero quizás no había fusionado del todo. Incluso tardamos un poco hasta llegar a la dinámica de teatro + música + lecturas + improvisación. Para Romina Zanellato y para mí fue toda una escuela. Tener nuestra banda de rock y grupo de teatro a la vez. Lxs tres laburamos mucho a la par, conociendo y respetando lo que cada unx sabía hacer mejor. Me quedé con muchas imágenes de Rosario dirigiendo a lxs actores. Tomé muchas notas mentales sobre su dinámica de trabajo con ellxs, la presencia en el escenario. El despojo. Formar parte de Los Cartógrafos fue (es) una de las mejores experiencias de mi vida.
LL: ¿Tenés alguna preferencia o recomendación para darnos de esta Edición 35 del Festival?
NU: Más allá de la sección en homenaje a Rosario, que compartimos espacio con Silvia Prieto, de Martin Rejtman, y Los Dueños, de Ezequiel Radusky y Agustín Toscano, estoy poniendo el ojo en: Nosotros nunca moriremos, de Eduardo Crespo, En la frontera, de Campusano, Las mil y una, de Clarisa Navas, Seize printemps, de Suzanne Lyndon, y The Woman Who Run, de Hong Sang-soo.