Reseña de película El Campo se toma revancha

Un matrimonio en crisis cumpliendo la fantasía de la clase media urbana e ilustrada de vivir en el campo, mientras crían a su hija de un año y medio entre reparaciones a la casa derruida y visitas de vecinos irrespetuosos

Con una excelente mirada en la intimidad de una relación y muy destacables actuaciones de Dolores Fonzi y Leonardo Sbaraglia, El Campo de Hernán Belón resurge aprovechando su segunda oportunidad, esta vez por la plataforma CINEAR, ya que su estreno en 2011 fue opacado por el Elefante Blanco.

La historia comienza de noche en la ruta, un viaje con destino incierto y un primer plano a la mirada cansada de Elisa (Dolores Fonzi). Detrás del volante, sin emitir sonido y con los ojos en la ruta está Santiago (Leonardo Sbaraglia). Esta distancia entre los personajes, a pesar de estar sentados uno al lado del otro, se corta al escuchar el llanto de Matilda, su hija, sentada en el asiento trasero.

El destino era una casa en las afueras de un pequeño pueblo que habían comprado recientemente y dónde empezarían una nueva vida. El idilio de la vida en el campo se va destruyendo con la aparición de los primeros conflictos: el frío es más intenso que en la ciudad y la caldera a leña no pareciera ser suficiente para calentar el inmenso y antiguo caserón. Elisa adopta una postura de inconformidad, no solo por el frío sino también por lo derruida que se encuentra la casa y la cantidad de reparaciones que necesita. En cambio, Santiago se siente feliz, desafiado por momentos, ya que decide realizar las reformas por su cuenta sin importar lo que eso conlleve.

El tiempo y la convivencia acentúan las distancias entre los personajes. Santiago explota su lado machista con el objetivo de “dominar el campo”, se vuelve más insistente en la relación y destapa una violencia contenida en los animales a través de la caza y unos casuales encuentros con ellos. Mientras tanto, Elisa se vuelve más temerosa y desconfiada. Durante el día se siente cómoda en la propiedad pero a la noche se torna desolador cuando comienza a percibir una presencia que no es muy desarrollada durante la trama, pero que forma parte de su propio despertar del orden y la civilización y el palpar más de cerca la vida y la muerte.

La película se destaca por su simpleza, su intimidad y la cotidianeidad que tiene el relato, en ningún momento da certezas o resoluciones a los conflictos. Al contrario, interpela todo el tiempo para que el espectador rellene los espacios que sienta vacíos, para que revea la relación con sus vínculos afectivos. Porque la vida es así, las relaciones son tan complejas como los personajes lo permiten.

Ficha Técnica:
Título original: El campo 
Año: 2011
Duración: 85 min.
País:  Argentina
Dirección: Hernán Belón
Guión: Hernán Belón, Valeria Radivo
Música: Antonio Fresa, Luigi Scialdone
Fotografía: Guillermo Nieto
Género: Drama

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