Entrevista a Tensión
La ferocidad de los tiempos
Cuando en una banda se combinan sonidos resignificados y letras corrosivas, estamos ante algo interesante. En estos tiempos neoliberales y con gran ebullición desde la discusión de muchas concepciones arcaicas, el grupo Tensión refleja el estado espiritual que se respira en lo cotidiano
Por Sanderico y Carolina Figueredo
Entre fanzines, afiches serigrafiados, cultura DIY y la ferocidad cotidiana de la degradación del mundo capitalista en una ciudad como Rosario, el grupo Tensión emerge como una declamación de lo que pasa a su alrededor y lo que les pasa a ellos mismos envueltos en las texturas sobrias características del post-punk.
La agrupación está compuesta por Leandro (guitarras), Maxi (guitarra y coros), Ignacio (bajo y sintetizador) y Rodrigo en batería y voces. Si bien el disco debut (No hay nostalgia, 2014) coquetea con el punk más crudo y rápido, la semilla contestataria daría frutos para los sucesivos trabajos.
“Cuando arrancamos empezamos a hacer canciones punk más bien clásicas y luego naturalmente se fueron oscureciendo y enlenteciendo”, cuenta Rodrigo. Y vemos como a partir de Sujeto Automático (2016) incorporan sintetizadores y el viraje se va tornando evidente. Canciones cortas con la contundencia y urgencia del punk aunque pintadas sobre un lienzo de tonalidad plomiza en la que destacan “W.S.” y “Coreografías absurdas”.
En 2017 sacan Extrañamiento, con cinco tracks deudores de sus influencias: Stephen Morris (baterista de Joy Division), la onda siniestra de España con un cover de los góticos Décima Víctima, un aire a la mítica banda de los 90s Familia Asesina; un trabajo atrapante con una gema como “Sí mismo” y estructuras un poco más complejas para darle play & repeat constantemente. Y a fines de 2018 editan Perspectiva, que continúa la senda del post-punk y profundiza aún más el enfoque crítico en sus líricas.
Aun cuando resuenan a los primeros Todos Tus Muertos o Sin Ley, principalmente las melodías vocales, la búsqueda sonora es más sombría y despojada en los tres EPs cuarenténicos que abrazan entre septiembre de 2020 y abril de 2021. Las letras continúan breves aunque profundas y certeras, en ciertas partes bellamente abstractas como la vida misma.
Autolesión, en el que transfieren el dolor del individuo al colectivo de forma magistral y no lastimoso. Construcción, con Mueran Humanos de invitados, en el que conforman una narración de Dostoievski con contenido social y político en forma de post-punk tanguero 2.0. Y Transformar, el último, el que nos da pie a esta entrevista con Rodrigo.
De principio a fin Transformar es un material que pone al cuerpo en movimiento y en “dislocación”: disloca o descoloca, en el cuerpo se da una lesión donde las articulaciones se “deforman” -esta palabra está en todo el material. Tensión deforma o lesiona el orden musical, no por lo nuevo, si no por lo que pone en otro lugar. Este es un EP que descoloca en letras y música, ya que también re-actualiza aquello pensado de otra manera en la escena post-punk y actualiza, transformando.
La Linterna: ¿Qué tenían en la cabeza y -si se permite esta palabra- en el corazón- de Tensión a la hora de realizarlo? ¿Cómo fue el proceso?
Rodrigo: El disco lo compusimos de una manera que no solíamos hacer, al menos hasta antes del confinamiento social y obligatorio. Los dos EP anteriores, Autolesión y Construcción, también fueron grabados sin ensayar y en el estudio que tiene Nacho en donde vive. Estas canciones eran anteriores aunque salieron después. Y tres de las cuatro no tenían letra. Si bien tocamos punk y postpunk, no nos interesa, o no nos sale, sonar de tal o cual manera, eso puede brindar algo de personalidad, o también resultar en un producto sin demasiada consistencia.
Desde Sujeto automático nos habíamos propuesto no hablar en primera persona sino describir, en Transformar volvimos desde las letras a comunicarnos en primera persona. Quizás eso es un poco lo que había en la cabeza y en el corazón. Hoy que se habla tanto de “poner el cuerpo”, no hay que olvidarnos que ese cuerpo también es mente y corazón. Quizás las circunstancias nos llaman a hablar de igual a igual, a sincerarnos, a acercarnos.
La primera versión de Deformar, derribar se completaba con “destruir” pero a último momento lo cambié por “construir”, fue una necesidad. Mientras preparábamos este disco, dos de nosotros con otros amigos preparábamos una antología de Rafael Barrett (N. de la R: escritor español que desarrolló la mayor parte de su producción literaria en Paraguay a principios del siglo XX) y de ahí me quedó grabada la palabra. En uno de sus artículos él dice «más vale deformar que repetir» pero también dice que mejor lo horrible que lo viejo. Yo no estoy de acuerdo con eso último, con esa necesidad de progreso. Mejor deformar que avanzar, si lo que viene es necesariamente más de esto aunque reformado. Mejor aplicar el freno de emergencia a la historia como decía otro.
LL: De paso recomendamos la antología de Rafael Barret “La vida es un arma” de Lazo Ediciones, justamente desde Rosario. Pero vayamos por tema: en “Derribar, transformar” podríamos hacer una analogía. El niño transforma los elementos, se mueve con piezas, quiere construir, trata de reconfigurar materiales, prueba, derriba, grita y reconstruye otras funciones. En su material hay un trabajo serio pero que no pierde estas cosas del niño; es “solemne” en Derribar pero a la vez, lo de Transformar parece el otro paso necesario que dan, el juego.
R: No había nada referido a la niñez en esa letra, aunque se puede interpretar de esa manera, especialmente relacionándolo con la tapa del disco. En realidad es una canción que intenta asumir el pesimismo y no porque sea una búsqueda estética. Nuestra época no nos deja muchas más opciones que ese sentimiento, al menos a nosotros. Sin embargo, ese pesimismo nunca nos ha paralizado, aunque cueste cargar con eso. Cómo se crea, se derriba, se deforma o se transforma desde el pesimismo es otra cuestión. Sin embargo, el pesimismo nos da una ventaja que es no solo no conformarse sino tampoco confiar en nada que se parezca a lo que nos genera ese pesimismo.
LL: En el tema del diseño del EP, ¿la búsqueda es con respecto a qué imaginario? El trabajo collage remite al fanzine, ¿esos elementos cómo se apoyan mutuamente?
R: Nos gusta hacer collage, es algo que hemos hecho muchos años antes de Tensión, e incluso tengo recuerdos de hacer collages juntos hace unos veinte años. También venimos bastante del fanzine y con ese arte. Esa foto la había guardado porque me parece muy evocativa. En las revueltas del pasado y del presente niños y niñas han tenido su participación sin embargo siempre se los olvida o no se les da importancia. Quizás porque no tienen sus consignas en un lenguaje específicamente político, quizás eso sea lo atractivo. El revolverse desde las condiciones de existencia y con el atrevimiento que puede surgir de esos niños. La imagen evoca lucha, pero también juego, juego y movimiento sobre un montón de objetos apilados. Es un momento de triunfo de ellas y ellos sobre un mundo de objetos. Y se los ve desafiantes y contentos además.
LL: En el segundo tema “No hay lugar” se puede percibir deformaciones evidentes, especialmente en intervalos como puentes en el saxo. Pero las bases van sincronizadas a tempo al igual que las voces. Esa conjunción sumada a la letra, con un componente social, “no hay opción ni elección” está todo dicho, pero ¿qué más o mejor dicho, también que menos?
R: Que no hay opción ni elección es tramposo porque inmediatamente la letra prosigue «ruptura o continuación». Pero bueno, luego de todo lo que se describe la ruptura es la única opción deseable. The Apostles en su canción “Pigs for Slaughter” decían «estamos llamando a tu puerta/ Esto va a empezar/ Es la guerra de clases». Nuestra conversación con esa vieja canción es que en la lucha de clases nadie llama a tu puerta, ya estás adentro. Y sobre una base monótona pensamos en una ruptura libre, o bien una deformación, aunque no lo habíamos visto así pero es cierto. Ese saxo estilo free jazz remite un poco a eso. Y también es una canción que pensamos que refleje una intensión más colectiva, por eso los invitados. E incluso una cuestión colectiva que trascienda las fronteras nacionales, por eso los invitados son de otras ciudades e incluso uno de otro país.
LL: En “Relación impersonal” las guitarras crean un clima vertiginoso y el bajo lo sostiene, aunque también parece a la ofensiva. Con respecto a la letra, ¿remite a Ian Curtis la frase “trágico intercambio”?. Sostenes que querés “ver directo a los ojos de quien no conoce mi rostro”, llegar al contacto, al cara a cara, al afecto, a lo sensible. Podríamos también relacionarlo con la película Persona de Ingmar Bergman por esa imagen del niño que quiere saber y destruir la relación indirecta y siempre evasiva. ¿En este track es más lo social o lo personal o qué juega?
R: Juega más lo social, principalmente lo social. La canción, si ofensiva y para adelante, habla directamente de la sociedad capitalista, una sociedad que se distingue por ser una constante relación de intercambio impersonal, todo lo contrario a lo que podría ser una comunidad donde no se intercambia sino que se comparte y entre seres humanos que se reconocen unos a otros. Hace poco conversaba con un amigo como las teorías de la conspiración tienden a presentar a los poderosos como personas que quieren hacernos daños, que todo esto funciona así porque hay un ensañamiento personal con nosotros. Sin embargo, es más triste. No les importamos. Del mismo modo que no nos importa quien hace o compra lo que producimos o consumimos, y ese “trágico intercambio” no es porque seamos malos o desconsiderados, es porque así funciona la sociedad de forma despersonalizada. Haciendo el mal sin mirar a quien. No hay una referencia a Curtis ni a Bergman pero si a Virus. Alguna vez pensé que podría ser la compañía de una versión de Polvos de una relación de Virus. Polvos de una relación impersonal…
LL: El cierre es “Amor y movimiento”, ¿cómo percibe Tensión en esta letra, que es bastante directa, al amor en lo que sostiene como “ferocidad de los tiempos”?
R: Hablar de amor en una canción puede ser algo cursi, o ser directamente muy cursi. Acá no se habla solamente de un amor de pareja, sino de un amor más amplio, colectivo, por lo que somos, hacemos, fuimos o podemos llegar a ser. Por eso no se trata de un amor como tragedia sino como movimiento, como actividad vital. En general las canciones tratan sobre desamor o sobre amores trágicos, acá de amor. Como necesario incluso para pensar, porque el amor nos reclama pasión pero también reflexión, reflejarnos en nosotros y en los demás. Un movimiento compartido.
La agresividad de la “ferocidad de los tiempos” puede parecer que nos debilita pero también nos mantiene en pie, como escribía Arlt. Y recién ahora, cuatro años después de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado, puedo relacionar eso con un rap de su autoría: «Adelante espíritus feroces, espíritus sin tiempo. Tiempo de feroces espíritus».
Volviendo al amor, un filósofo bastante conocido dice que «eros agoniza», puede ser que agoniza porque como es un vínculo entre nosotros entra en contradicción con el cálculo, el rendimiento y el poder. Porque reconoce a los otros, rompe con la impersonalidad.
La canción quedó para el final porque es algo diferente, yo pensaba incluso que sea acústica y con percusión, sin batería, quizás para remarcar aún más la simpleza y la calidez que se intenta compartir. Luego de terminar la canción encontramos en ella algo de Bléfari y de Suárez, aunque quizás es solo un deseo.
LL: Con respecto a las ediciones, ¿las manejan ustedes o hubo sello?
R: Desde la segunda grabación lo fuimos haciendo por nuestra cuenta, es como más nos gusta hacer las cosas, de la forma que más cómodos nos sentimos. Casi siempre editamos por nuestra cuenta en CD, aunque algunos salieron gracias a la colaboración de varios sellos como el caso de la edición de Sujeto Automático en cassette o Perspectiva que fue editado en Francia por Distag y en Barcelona en uno compartido con Burning Polonia. La edición de cassettes, CD o hasta de un vinilo es algo que se nos complica un poco así que esta bueno cuando algún sello que nos gusta o algún amigo nos propone editar algo.
LL: Las influencias son abiertas, pero todo remite al postpunk y lo alternativo, ¿cómo las conllevan entre integrantes, que futuro tienen pensado como Tensión?
R: Escuchamos mucha música y muy variada. Incluso tocamos en proyectos paralelos que pueden ir por el technopop, el black metal, o el tango. Escuchamos mucha música y muy variada desde siempre. Creo que el punk y el postpunk son un punto de encuentro entre nosotros…
LL: ¿Cómo los trata la pandemia?
R: Es difícil pensar un futuro como banda en estas condiciones precarias y cambiantes, por el momento estamos un poco parados. Tocar en recitales no era nuestro principal objetivo pero ahora se nota que era una motivación importante. Por otra parte nunca tuvimos un gran proyecto con la banda o un objetivo concreto más que juntarnos, hacer canciones y compartirlas. Pronto imagino que volveremos a eso.
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