Especiales Recomendaciones de agosto

Este agosto se nos presenta con variedad de climas, dicen los pronosticadores. No lo sabremos hasta efectivamente experimentarlo; lo que sí sabemos es que se necesita de cobijo para pasar la temporada de Leo. En esta nueva sección, “Recomendaciones de …”, nos atrevemos a sugerir una película, un álbum, una canción, un recital en vivo y un evento de emprendedores. No hay un hilo conductor, esta lista es medio random como los tiempos que vivimos. De lo que sí estamos seguros es que te podrán hacer compañía en la inclemencia de estos tiempos

Por Caro Figueredo


El arte no tiene estaciones. Su intención principal, además de conmover, es trascender los tiempos. Sin embargo, y no es que queramos contradecirnos, cierto arte captura el sentimiento del clima tempestuoso de invierno, la nostalgia del otoño, el ofrecimiento de la primavera o la liviandad del verano. 

En esta nueva sección que inauguramos en La Linterna queremos brindar recomendaciones de agosto para pasarla lo mejor posible con o sin dinero. Tenemos un disco rescatado del tiempo, una canción estreno, un recital en vivo, una película para ver online y un evento de emprendedorxs. Hay mucho por descubrir, así que si tenés alguna recomendación para el próximo mes, hacenos llegar por nuestras redes o al mail lalinternanoticias.com.ar

¡Estaremos agradecidos de sumar actividades y cultura juntos!


Disco recomendado:

Loved (Cranes, 1994)

Una gran disco, un tanto subvalorado en ese entonces. Esta tercera producción de la banda inglesa de dream pop, fue publicada en 1994, hace exactamente 30 años. Formados en 1985 en Portsmouth, hablamos de una agrupación sumamente activa en la década de los ‘90: sacaron 6 LPs y 2 EPs sólo entre 1990 y 1997, incluyendo un disco inspirado en Las Moscas, la obra de teatro de Jean-Paul Sartre de 1943, en lo que se conoce como un paradigma del Teatro de la Resistencia. En 1992, el grupo liderado por los hermanos Alison y Jim Shaw giraron a nivel mundial con The Cure (cosa que repetiría en 2002, tras una renovación de la formación y estilo) y en Forever, su trabajo de 1993, sonaron bastante con su mayor hit, “Jewel”. Loved salió justo un año después y dejó una calidez preciosa y dulce, estridente e inhóspita en la música de la época.

Lo que caracteriza a Cranes es la voz infantil de Alison Shaw, una especie de narración susurrante en contraposición con el ruido de las guitarras. Sin embargo, el resultado de esta hibridación es sumamente positivo: combina perfectamente con las atmósferas de las canciones. Y esto es así porque su dream pop no es del todo etéreo al estilo de Cocteau Twins o -más acá en el tiempo- de Beach House, ya que roza el rock alternativo. (Recomendamos escuchar el segundo track del LP, “Pale Blue Sky”, para captar el significado más profundo de Cranes). 


Arte de tapa de Loved, de Cranes

Loved es, en sí, un disco bastante unificado y el más rockero de Cranes: incluso las canciones lentas están basadas en la guitarra. El canto agudo de Alison es una de las partes más importantes del disco, a la vez que contrasta con los tambores oscuros y golpeantes y una atmósfera estremecedora. Algunas de sus canciones van al punto con no más de tres notas tocadas repetidamente en un piano, mientras que otras se basan en paredes de sonido chirriantes proporcionadas por los guitarristas Matt Cope y Mark Francombe, a la vez que otras se basan en una amalgama inteligente y a veces sorprendente de los dos. Abre con “Shining Road”, con un ritmo rápido y pegadizo. “Rêverie” suena a un hipnótico ritual acústico de un solo acorde con algunos momentos inesperados de guitarra áspera. “Lilies” es una continuación de las obsesiones musicales del grupo, que giran en torno a una experiencia artística misteriosa. “Come This Far” reutiliza ese estilo desértico de “Beautiful Friend”, pero de una manera más oscura y sombría. Por supuesto, hay algunos paisajes sonoros oníricos más lentos como “In the Night” (que cierra el disco con sintetizadores en bucle) y la extraña “Bewildered”, con un poco de influencia industrial que se filtra con el ritmo de batería. “Paris y Roma” es la cúspide de la producción de Cranes, una maravillosa y emotiva pieza de seis minutos que hará que tu corazón se acelere. Y la canción que da título al trabajo es una gran reinterpretación de la musicalidad de referentes como Wire o Galaxie 500 en un tono semi industrial y hasta bailable.

Sin dudas, cada canción es como un ligero parpadeo en un sueño retorcido, añadiendo un placer vacilante a algo profundamente intrincado. Se trata de buen rock en todos los puntos (y a menudo extremadamente hermoso), pero también constantemente llena de suspenso. Por muy simple que parezca su música, Cranes mantienen las cosas interesantes dándole a su música un elemento de imprevisibilidad, en una manifestación de un aura tenso e inquietante que se transforma en una recompensa grandiosa. 


Canción recomendada:

“Una temporada en el invierno” (Fin del Mundo)

Una verdadera canción de invierno es aquella que captura el sentimiento de la inclemencia del clima. Traspasar otra temporada invernal es una experiencia emocional a la que solemos agregarle alguna melodía que la distingue. Para algunos, nada suena más invernal que una guitarra folk suave, mientras que otros escuchan sintetizadores fulgurantes y sienten una sacudida psicosomática. Otras pistas son más personales sobre el disgusto/placer de los días fríos, pero todas se pueden sincronizar con diferentes momentos de nuestros propios atravesamientos.

“Una temporada en el invierno” del grupo indie-rock y shoegaze Fin del Mundo nos ofrece la calidez que buscamos en estos días. Se trata del segundo adelanto de Hicimos crecer un bosque, nuevo álbum que llega en octubre de la mano de Spinda Records. Este track fue grabado por Estanislao López en Unísono, a quien nombramos hace poco por su trabajo con el último disco de Revistas. Y si bien ya hemos podido escucharlo en distintas sesiones en vivo como el Ciclo Árbolazul (Chile) y Los Conciertos de Radio 3 (España), su versión de estudio -citan las chicas- cuenta con nuevos matices en la instrumentación y en el sonido de las guitarras, gracias a la colaboración de Manza (Mariano Esaín).


Fin del Mundo – Ph: Flor Petra

“El título es una alusión casi directa a ‘Una temporada en el infierno’, poema del francés Arthur Rimbaud. Quisimos introducir elementos un poco más agresivos que de costumbre, con una base rítmica intensa y guitarras cubiertas de overdrive durante la mayor parte de la canción. La letra se refiere a una conversación mental en la que, desde un meta-pensamiento, una persona decide no dejarse llevar por ideas o recuerdos que le conducen a la desmotivación. Ya sabe cómo y dónde se expresa su verdadera esencia y en ese descubrimiento elige de manera consciente ser fiel a sí misma, a pesar de las dificultades que irá encontrando por el camino”, nos adelanta Lucía Masnatta, guitarra y voz de la agrupación.

Los cambios de ritmos que van generando distintos paisajes sonoros a los que nos tienen acostumbrados las chicas, son el punto fuerte de esta canción: fragmentos más bien instrumentales y despojados dan lugar a otros recargados de distorsión, mientras la letra nos adentra en una mente torturada que intenta zafarse de los pensamientos intrusivos en medio de una vorágine de guitarras retorcidas que se vuelven más apacibles para volver a iniciar el ciclo y terminar en placidez. 

“Una temporada en el invierno” es una magnífica canción a la que volver una y otra vez en busca de una especie de amparo. En el búnker de La Linterna no nos cansamos de escucharla, y es por eso que la mencionamos en esta lista de recomendaciones.



Recital recomendado:

Los Besos, 24 de agosto en La Plata junto a Mi amigo invencible en el Opera

Con su combo rítmico de canciones de amor en tono “moderno”, Los Besos se presentan en la ciudad de La Plata en el legendario Ópera. Si bien decimos “moderno”, esta pequeña orquesta argentina de art-pop explora la canción en todos sus géneros. Liderados por la poeta y cantautora Paula Trama, llevan editados seis discos y varios singles y alcanzan los dos millones de reproducciones en sus canciones más escuchadas. Con esto se posicionan en uno de los proyectos indies más importantes de la escena porteña. Sus influencias van desde Bowie y su eterna búsqueda, hasta The Smiths y la emocionalidad de sus composiciones, pasando por Sade y su elegancia y sonido cosmopolita. A esto le agregan sintetizadores y arreglos, además de la profundidad de la pronunciación al momento de cantar. Las sonoridades nocturnas y climas generados por el uso del saxo se pueden percibir mayormente en su último trabajo, el aterciopelado Nadie Duerma, editado en diciembre del año pasado luego de un proceso de trabajo de cuatro años.

Es justamente este material el que se encuentran promocionando. Como resultado del tiempo pandémico, este trabajo originado en esos momentos concibe un color más oscuro respecto a los trabajos anteriores. 


Los Besos en nuestras recomendaciones

Los Besos se conforman como un sexteto en formato ensamble entre guitarras e instrumentos de viento, gracias a lo cual se apartan de la expertise a la vez que se arriman a lo refinado del pop. Saxo, trompeta y guitarras acústicas conviven con sintetizadores que, en vivo, se convierten en verdaderos generadores de festividad, además de proporcionar variadas texturas que hacen a la amalgama de estilos por los que transita la banda.

Su fuerte, la canción romántica, es atravesada por suaves toques jazz y elementos de lo que se considera la “cosmovisión indie”. De hecho, en este último trabajo hay dos colaboraciones: Barbi Recanati y Santiago Motorizado aportan sus voces, referentes de ese mundo si los hay. Las letras de Trama se han convertido en verdaderos himnos de la diversidad y la complejidad de las relaciones humanas, llenas de humor y encanto, combinando fantasía con una forma de evocar sentimientos o épocas específicas a través de elementos cotidianos. En sus trabajos de estudio y, principalmente, en vivo, arropados como duendes de una fantasía alcanzable, se nota la búsqueda por la canción ideal, llenas de detalles que recubren las composiciones. 

Dejate sorprender por la magia que ocurre en los shows de esta agrupación, y no pierdas esta oportunidad de verles junto a Mi amigo invencible, otros batalladores de la sonoridad. 



Película recomendada:

Last Days (Gus Van Sant, 2005)

Mucha agua ha corrido bajo el puente desde la muerte de Kurt Cobain en torno al legado y las adaptaciones literarias o audiovisuales de su vida. Hoy traemos a consideración una recreación muy personal de un genial director, aunque la obra fue y continúa siendo bastante debatida. 

Last Days, dirigida por Gus Van Sant y estrenada en 2005, cierra su trilogía sobre la muerte, siguiendo a Gerry y Elephant. Estas películas abordan la cuestión de individuos que no se adaptan ni aceptan las circunstancias de sus vidas, desorientados en una sociedad consumista e individualista. Last Days se enfoca en el debilitamiento mental de alguien en el punto álgido de su carrera. Inspirada libremente en los últimos días del líder de Nirvana, la película presenta un retrato íntimo y desolador de un músico llamado Blake, interpretado por Michael Pitt.

La trama se desarrolla en una mansión aislada en medio del bosque, donde Blake/Cobain deambula sin rumbo, abrumado por la fama y consumido por su propia angustia, y que intenta una y otra vez terminar una canción. 


Last Days, de Gus Van Sant, en nuestras recomendaciones

La interpretación de Pitt es hipnótica y, aunque casi no le vemos el rostro tapado por su característica cabellera rubia, captura la esencia de un hombre perdido en su propio laberinto de pensamientos y emociones. La película no ofrece diálogos extensos ni explicaciones, sino que se basa en la música, el sonido y el silencio para transmitir la alienación y el sufrimiento del protagonista. Hay una clara intención estética y ética: visualmente es hermosa y tremenda, narrativamente no justifica ni condena. Prolongados encuadres fijos y diferentes travellings persiguen a los personajes en actitudes pseudo cotidianas. De hecho, una serie de acciones anodinas son presentadas en una lentitud que podría exasperar a más de uno. Ese ritmo marca la poética del realizador para indagar en el ánimo de los sucesos trágicos de manera “experimental”, por los márgenes del cine convencional. Se trata, en este caso, de un ensayo sobre lo rutinario, pausado y sin sentido que puede resultar la existencia para un alma atormentada. Y ahí radica el logro de la película: poder empatizar con el dolor que puede significar el mero hecho de abrir los ojos para una persona que ya no tiene fuerzas para continuar. 

Van Sant utiliza una estética minimalista y una edición sin narrativa lineal. También fragmenta el tiempo, subrayando la desconexión de Blake con la realidad. Por otro lado, lo que ocurre en esa fría casa pareciera deshilvanado. Y, sin embargo, el director nos ofrece pistas de lo que pudieron ser esos últimos días en la vida del ídolo. Como los “amigos” que sólo quieren obtener beneficios de él, o la charla con el vendedor de anuncios que funciona como una representación del éxito de un negocio, o la visita y conversación con Kim Gordon (que hace de ella misma). La elección de escenarios y la cuidadosa composición de cada plano contribuyen a la atmósfera opresiva y contemplativa de la película.

Last Days no es una película para todos los públicos. Su ritmo pausado y su enfoque introspectivo pueden resultar desafiantes para quienes buscan una narrativa más directa y emocionante. Sin embargo, para aquellos dispuestos a sumergirse en una poética visual y emocional, el filme ofrece una experiencia cinematográfica profundamente conmovedora.

Puede verse online en YouTube o en una famosa página rusa para mayor resolución definición.



Evento recomendado:

Feria de emprendedores Dark Spirit en Freeky Bar



Es sabido que los ánimos pandémicos trajeron como consecuencia varios retornos y redefiniciones en la escena under: el post-punk, post-rock, post-hc, etc. Ahora bien, toda una serie de movidas se dan alrededor de los recitales de música en sí mismos. Publicaciones independientes, galerías, merchandasing, indumentaria y hasta comida específica generan comunidad y pertenencia.

Dark Spirit Feria es el primer ciclo de Ferias Darks en Buenos Aires. Busca fomentar y difundir la producción local de marcas de estética gothic/dark y alternativas que elaboren sus propios productos.

Se realiza cada dos meses en Freeky Bar, en el centro porteño, con el auspicio del Club Requiem según una temática de oscuridark y bajo curaduría de dos emprendedoras con gran empuje y años de militancia alternativa: @heybonita_handmade y @miryahna.haus


En esta oportunidad, la temática gira alrededor de la imaginería vampiresca.

DARK SPIRIT “The World Is A Vampire” XVI Edición 🦇


Sábado 10 de agosto de 18 a 23 horas.

En Freeky Bar, Hipólito Yrigoyen 889, esquina Tacuarí (CABA)

Entrada libre y gratuita. Apto todo público.


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