Nueva canción y videoclip para la banda española indie por excelencia en el contexto de confinamiento: una crónica sosegada en primera persona de un día de saqueos en estos tiempos de crisis psico-social.
Por Carolina Figueredo
Los Planetas nunca le han dado la espalda a las cuestiones sociales y políticas. Ya desde sus primeros trabajos nos dicen que la política atraviesa las demás esferas de la vida, cotidiana o trascendental, y son inescindibles.
“Vuelve la canción protesta” de Canciones para una orquesta química (1993-1999 Singles y Eps) o “Ciencia Ficción” de Una semana en el motor de un autobús (1998) arremeten con irónico juicio a las ideas de derecha aunque también a las de izquierda. Su último trabajo fue quizás el más explícito lanzando loas a la ideología peyorativamente llamada utopista, donde cuestionamiento y esperanza se unen. Zona Temporalmente Autónoma (2017) toma su nombre de un ensayo de Hakim Bey, considerado el padre ideológico de los hackers, así también como referente de la cultura tecno-rave y cyberpunk. Las zonas autónomas temporales (y las permanentes, a las que Bey dedica otros estudios) son espacios de autoorganización social libradas de control estatal y de toda autoridad, históricamente nacidas de la revuelta, la fiesta identitaria o el exilio más allá de los límites territoriales, y donde la creatividad puede emerger sin ataduras.
Por más de 25 años, estos granadinos han se consolidado no sólo como la banda más importante del indie en su país sino que han influenciado con sus múltiples facetas a muchos grupos por dentro y fuera del territorio español. Su sonido mayormente pop inspirado en bandas guitarreras como Mercury Rev o Jesus & Mary Chain, con toques de shoegaze y de oscuridad a lo Joy Division, nuca estuvo estanco y recorrió también los senderos de la música tradicional andaluza como el flamenco. En cuanto a las líricas, amores y desamores, inquietudes de juventud, experiencias con sustancias, religiones, manipulación de los sectores de poder, entre otras temáticas, son abordadas desde un punto de vista filosófico, mordaz y por fuera de los clichés por parte del cantante y letrista Juan Ramón Rodríguez Cervilla, más conocido como Jota.
Este viernes 17 de julio, y en el contexto de confinamiento, han lanzado el single “La nueva normalidad” que consta también de tratamiento audiovisual. Si bien no hubo anuncios sobre un próximo disco, la canción ha causado bastante impacto.
Mientras en el videoclip se reproducen imágenes de revueltas y asaltos callejeros que han estado ocurriendo en Latinoamérica en los últimos meses y en EE.UU. luego del asesinato de George Floyd, durante casi seis minutos una delicada melodía pop y un clamor de suaves trompetas es la senda sobre la que Jota nos relata una jornada de saqueos por tiendas de renombre.
Desde la tapa del single se muestra a un Alex DeLarge versión cinematográfica de La Naranja Mecánica con un bombín con puntas que grafican la forma del coronavirus. En un guiño a las polémicas que explora la película, la delincuencia juvenil, el control político y la hegemonía son severamente criticados. El libre albedrío para poder decidir y tomar nuestras propias decisiones sufre la influencia del Estímulo-Respuesta constante y cotidianamente. La lucha entre el bien y el mal está permanentemente puesta a juicio.
Por título, La nueva normalidad. Así de simple y así de complejo. Tan simple como una canción pop y tan complejo como una revuelta. Tan simple como un relato de frases cortas y tan complejo como la historia que puede subyacer tras él. Tan simple y tan complejo como el binomio “normal/anormal” y las relaciones de lenguaje que se juegan tras esas enunciaciones. Justamente el lenguaje, elemento transgredido por Alex DeLarge y sus secuaces en la historia de Anthony Burguess que Stanley Kubrick llevó a la pantalla gigante, es utilizado por Los Planetas de manera paradojal en la canción que expresa los saqueos en primera persona, sobre un melodía tranquila, sobre imágenes reales tomadas por los mismos manifestantes con sus celulares, sobre la ruptura del paradigma de la normalidad. Simpleza y complejidad, porque si algo contienen estos tiempos convulsos de presente absurdo y distópico es pura confusión.
Ya la canción que abría Zona Temporalmente Autónoma, “Islamabad”, hablaba sin rodeos sobre la utilización del poder y el miedo por parte de las religiones o los medios de comunicación. La nueva normalidad retoma ahí donde habían dejado. Como alegan en la gacetilla de prensa: “Solo después del 17 de julio de 2020 fuimos capaces de comprender que cuando en su disco de 2017, Zona temporalmente autónoma, hablaban de focos de libertad plena y venganza anticipaban esto. Fallo del sistema o jugada maestra, qué más da.”
Un cartel de “Continuará…”, da paso a la duda si lo que viene es nuevo material de la banda o sobre el desenvolvimiento del conflicto social a nivel mundial. En poco tiempo, seguramente, lo sabremos.