Las palabras al servicio de una construcción
Creemos que no se termina de apreciar una obra si no se ve un poco por detrás de ella, quién está escribiendo aquello que leemos, por eso en esta nota se entremezclan algunos destellos de un breve comentario sobre el poemario, poemas seleccionados al azar y la voz de su autor, Misael Castillo
Por Stefania Agoglia
Robarle al cuerpo lo que está de más es el primer poemario escrito por Misael Castillo desde Tostado, provincia de Santa Fe. Fue publicado en 2019 por Ediciones Presente en un formato particular, es un libro objeto en donde los 61 poemas venían sueltos en orden dentro de un sobre.
En este poemario Misael Castillo funda un espacio en base a un diálogo íntimo consigo mismo. Se cuestiona, se mira desde afuera de sí para volver a su cuerpo y ahora con esa perspectiva desde las alturas hacer una introspección de sus recovecos. Las palabras están al servicio de una construcción, la de rehacerse a partir de las ausencias, un nuevo ser y estar en soledad que convive con todo eso que ya no lo rodea. Robarle al cuerpo lo que está de más, robarle al cuerpo el dolor para que simplemente quede el cuerpo. Quede el poema. Y de esos poemas también construir un camino de resurrección en el que se aprende de a poco a entenderse a uno mismo desde otro lugar.
Reincidencia “Me apena mucho que pienses que cuando me como las uñas entro en un trance indiferente en el que persigo el dolor. Desconozco si alguno de los dos puede realizar una acción con el único fin de lastimarse. Al fin y al cabo ¿Dónde residen los dolores que el alma eyacula? De alguna manera u otra tenemos que robarle al cuerpo lo que está de más.”
La Linterna: ¿Cómo surgió en vos la poesía?
Misael Castillo: La poesía en mí surge como una necesidad de expresar una visión del mundo, creo que es lo que le debe pasar a la mayoría. Y eso tal vez sea un instinto de conservación. Es un modo de pasar por el mundo. Pero si específicamente me preguntás sobre cómo llegué a la poesía debo mencionar a dos personas: Pablo Solari y Lilián Nicola, dos docentes (Pablo en el terciario y Lilián en secundaria). Definirse poeta es extraño, porque es como ser albañil. Mi padre es albañil. Él construye casas, pero la gente pocas veces lo ve como una persona que construye casas. Es como que las casas quedan y la gente se olvida de quiénes las construyeron. Creo que lo mismo pasa con los poetas, salvo contadas excepciones. Por mi parte, tengo que decir que, aunque mi primer libro no tenga tantas cuestiones sociales explícitas, mi relación con la poesía es una extensión de la relación de dolor que tengo con el mundo.
Interior “En ocasiones miro, me miro desde fuera de mí desde las comisuras desde las profundidades, desde las quintaesencias. Por desgracia, debo reconocer, no sé mirar muy bien en la oscuridad. En otras ocasiones me miro, desde fuera de mí cuando encuentro un poquito de luz lejos de los bordes y los centros, lejos de los cero, lejos de las quintaescencias y me veo tirado como durmiendo en una cama en la que durmió un muerto.” Ruta “Después de la noche en que las figuras deciden lanzarse al abismo que me abrí encuentro una tristeza se desprende de mi ser me desata no es tan mala bajo tierra me encuentra me libera y entiendo que nunca te vas a ir siempre vas a dejar algo en mis manos siempre me vas a dejar un hilito para que te encuentre del otro lado del silencio.”
LL: ¿Cómo es la experiencia de publicar por fuera de Buenos Aires? ¿Qué opinás de la difusión de libros que se escriben desde las provincias?
MC: Sinceramente, cuando empecé a escribir (y surgió la posibilidad de publicar), lo primero que pensé fue publicar en Buenos Aires. Por suerte me encontré con Tamara Domenech que es una editora y una persona extraordinaria. Ella, sin que le corresponda, me hizo notar que era importante para nosotros reivindicar la escritura de “el interior”. Desde allí, dejaron de desvelarme las luces, y empezó a interesarme más el monte y la montaña. De hecho fui seleccionado en el catálogo de una editorial de San Juan y una de Tucumán para mis próximos dos libros, y esa es una decisión política. Lo que ocurre por fuera de Buenos Aires es que hay muchísima movida. Muchos escritores escribiendo. Muchos gestores gestionando. En, prácticamente, todas las ciudades, hay editores, poetas, gestores, movilizando la palabra, haciéndola llegar a los lugares donde debe llegar. Creo que no enceguecernos por las luces (y reconocer la vitalidad que hay en las provincias, con sus idiosincrasias y sus geografías) es, también, una responsabilidad de quienes escribimos Puedo decir que la difusión de libros que se escriben en el “interior” es muy buena, y puedo hablar desde aquí. Quiero decir: a nosotros nos llegan las escrituras de CABA, pero de lo que no tengo certeza es de que a CABA lleguen nuestras escrituras. De todos modos, hay proyectos hermosos que se encargan de tender esos puentes como, por ejemplo, Poesía Dominguera, Más Poesía, Gustavo Tisocco y su blog (Mis poetas contemporáneos). También, la Biblioteca Virtual que administran Selva Dipasquale, Raúl Tamargo y Daniela Pacilio es un lugar de encuentro para todes. La revista Op.Cit es un lugar donde abunda la diversidad. Finalmente, creo que todes tenemos la noción de que ya no existe CABA separado del resto de las provincias, pero nos cuesta aceptarlo.
Amaichá del Valle “Nos paramos en la ruta sin nada el fin último: dejar todo al azar un encuentro donde impera lo que no existe lo imposible de ser realizado. Me pregunto si vos también le tenes miedo a los viajes no planificados. Tengo ganas de salir corriendo pero tengo una convicción: nada que no se haya pensado puede salir mal.” La pequeña muerte “Estoy en un pelotón de fusilamiento y lo único que importa, que realmente me importa con un pavor precipitado es la hoja amarillentaverduzca que cae a mis pies. Justo antes del disparo, bajo la mirada, y la piso para no arruinarla con mi sangre. Disparan sin ganas de acertarme y ahora somos dos en el pelotón de fusilamiento.”
LL: Rodolfo Walsh dijo en una entrevista: “No concibo hoy el arte si no está relacionado directamente con la política, con la situación del momento en que se vive en un país dado, si no está eso, para mí le falta algo para poder ser arte” ¿Qué opinas de esto? ¿Cómo incorporás al arte tu posición política?
MC: No creo en el arte sin posicionamiento político. Quiero decir: escuchaba a artistas como Andruetto decir “No me interesa un arte que diga cómo vivir” y, lógicamente, acuerdo con eso. Si hay algo con lo que no acuerdo es con una forma de escribir donde se abandone el posicionamiento, si es que se puede. Creo que es difícil huirle a eso. A lo largo de nuestra historia literaria hemos tenido escritores y escritoras para todos los gustos, pero a mí no dejan de parecerme increíbles aquellos que lograron anclar su palabra en lo que los atravesaba socialmente. La palabra por la palabra misma no me seduce. El escritor de oficio, ese que escribe textos maravillosamente estéticos, no me dice nada. Para mí la escritura, e incluso la poesía, es un modo de representación social. Tampoco me interesan esas poéticas que se pierden en el grito desgarrador y caen en lugares comunes como por ejemplo: “Te quiero libre”. Si la querés libre, no le avises loco. No me gusta la literatura para la grada. Es cierto, también, que este primer libro (mío) no es un libro demasiado político, pero vive en él un modo contrahegemónico de concebir al amor, y eso es un modo de posicionarse. Sería extraño, siendo hijo del 2001 (hijo de laburantes), habiendo migrado a Paraguay, y habiendo vuelto de allí sin nada, olvidar la importancia de lo sociopolítico.
Misael Castillo nació en Tostado (Santa Fe) en el año 1993. Publicó Robarle al cuerpo lo que está de más (Ediciones Presente, 2019). Formó parte de la antología Voces Entramadas (Ediciones A capela 2021) impulsada por la Biblioteca Virtual de Buenos Aires. En 2021, fue seleccionado para publicar El tiempo cuando falta y Gorriones que anidan en las manos en las convocatorias de las editoriales El andamio (San Juan) y Falta Envido (Tucumán). Es estudiante de Lengua y Literatura y dicta talleres de Lectura y Alfabetización. Forma parte de la Colectiva de Resistencia Poética +Poesía. Es colaborador eventual de Periódico 9 de Julio. Dirige el portal de noticias Los días más felices Tostado.
Hermosa entrevista. Siempre es un gusto leer a Misael
Es un enorme placer leer a Misael, claro que sí!