Festival Oktubre
Cuando los ríos suenan desde los márgenes
Se realizó el Festival Oktubre. Todos los ríos son el rio, con la presencia de Monte, Valle Inquietante, Crota, Los Muchachos de la secta y Un jardín primitivo. Un evento al margen y autogestivo: La Linterna no podía faltar ni dejar de contar
Por La Linterna Noticias
En algún rincón del sur la propuesta se materializó. ¿Cuándo salimos a tocar?, se preguntaron los Monte y siguieron ensayando en la sala Caja Negra. Al finalizar una ronda de propuestas e iniciativas el evento era una realidad: en el fondo de un terreo lleno de pasto, ladrillos y maderas tiradas se montó el escenario. De la logística, los vistosos murales, sonido y stage se iban a ir encargando muchas de las personas que hace diez años vienen sumando kilómetros para tocar o ver shows de bandas fuera de Florencio Varela. Se sumaron también la banda local Valle Inquietante y luego las foráneas Crota, Un Jardín Primitivo y Los Muchachos de la Secta.
El Festival Oktubre. Todos los ríos son los ríos se realizó en definitiva el pasado 23, en un lugar apartado, al margen del centro varelense, con sonido más bajo de lo habitual para no molestar a la vecindad y con una concurrencia envidiable para muchos de los shows que se están realizando. El staff de La linterna Noticias tenía varios puntos en común con la esencia de lo que allí se estaba gestando. Y aprovechamos para cubrir y participar del Festival.
Arrancaron la noche las Crota: batería y guitarras fuertes, una cantante al mando con letras irónicas y desprejuiciadas; una densidad en el sonido a lo Crass y una buena recepción de parte de las más de cien personas que ya había llegado al lugar. Las comandadas por Cromi en guitarras y Delfi en voz, debieron realizar dos veces el set: tan frenéticos eran sus temas.
Le siguieron Un Jardín Primitivo para continuar con su post-punk, dark, rock pop y algo más. Un Jardín reversionan el rock de los 80 con una propuesta que cierra desde lo musical y lo estético. Un paisaje poco común, con una base de bajo y batería solidas más guitarras que recorren todas las variantes sonoras de aquella buena y productiva época del rock vernáculo. En las voces, Gaspar y sus pedales de efectos encriptaban la noche mientras las luces de las casas vecinas se iban apagando.
Monte comenzó su show para menguar el frio de la noche. Banda de bandas, los varelenses/solanenses no debutaron allí pero era uno de sus primeros shows. El rock crudo y espeso, cercano al doom y al stoner, necesita de mayor volumen para apreciarse. Será por eso que el set pareció corto. Hernán y Facundo Silva tienen peso propio por su trayectoria y se rodean de grandes músicos para este proyecto que tiene más para crecer. Una rareza fue la utilización de bengalas (¿?) al comienzo del set.
La otra banda local que subió al escenario fue Valle Inquietante. Rock sinfónico, algo de psicodelia y progresismo musical para una formación clásica de guitarras, bajo y batería. Más un órgano que por momentos cubría es espacio sonoro en su plenitud. El set de Valle fue más extenso que el resto, aunque no por mucho. Los sureños pudieron traer su propuesta al Festival donde la variedad fue el leiv motiv: un rio más que pasó y descargó su caudal.
El cierre estuvo a cargo de Los muchachos de la secta. Oriundo de la capital federal, Capitán Mandioca (cantante, ex Los Waffles) volvió a ensamblar una banda atractiva, movilizadora y contundente. Los Muchachos hicieron que el público baile a pesar del frio. Rockabilly, stoner, y un cover de Bam bam estás muerto que dejó uno de los puntos más altos.
Llegamos así al final de un festival, que se dio en las afueras, al margen. Al margen nos dedicamos porque del margen venimos. Lo que no significa que seamos marginales. Esta fecha estuvo organizada por personas que hace años vienen creando una escena local, mas allá de las restricciones que imposibilitan tocar rock en vivo en Florencio Varela (cosa que sigue sin cambiar a pesar del cambio de intendentes). Los Monte incluyen ex Bam Bam estás muerto y actuales AmenSur y Unión Soviética; el sonido estuvo a cargo de Nicolás Cabral, ex BBEM también y creador de la Varieté Artística Underground que desplegó arte durante años por rincones varelenses; el stage a cargo de Marcos Luburic que trabaja con muchas de las bandas de aquí. Y mucha gente más que llegó para apoyar la iniciativa autogestiva. Si se repite o no, depende de la audacia de la organización y -como siempre- del poder político.
Desde nuestro lado, estuvimos y vamos a estar, con nuestra manera de ver y contar lo que pasa allí, donde el rio suena.