Subcultura juvenil y clase social
Apuntes sobre el origen del Punk londinense
En esta segunda entrega, analizamos cómo la subcultura expresa una salida a un conjunto específico de circunstancias, de problemas y de contradicciones concretas. El punk originario nace y fluye sobre una base de combinaciones e influencias que incluyen puntos de ruptura y continuidad con lo parental
Por Javier Becerra
Las subculturas juveniles son concretas pero también ideológicas, combinando ambas cuestiones en su interioridad. No son puras ni infalibles. Están inmersas en las relaciones sociales del capitalismo, sus miembros las absorben por múltiples canales y, fundamentalmente, están sujetas al cambio histórico. No pueden salirse del circuito de producción y reproducción de las propias condiciones impuestas por el capital y por ese motivo solo logran unir desde el plano simbólico la fragmentación de su clase social de origen.
Las subculturas como el punk fueron representaciones de otras representaciones de clase, que al tomar elementos de una fotografía de la clase trabajadora en un momento histórico determinado culmina expresando aspectos de esa clase. Todas sus prácticas tendrán resonancias de ella. Lo que nunca sucede con estas subculturas, es que mantengan una coherencia absoluta y una plena correlatividad con la clase. Plantear esto representa una distorsión vulgar de un fenómeno cultural del tipo “si es de extracción obrera entonces debe encarnar al 100% determinados valores”. Esta es una visión típica de quienes ven a la clase obrera como portadora de una verdad absoluta y trans-histórica anulando todas las particularidades de un fenómeno cultural. Lo que sucedería si tomamos al punk como la pura reencarnación de los valores tradicionales del proletariado londinense.
Vale destacar que la vida se expresa en constante movimiento y actualización que se contiene en su propia reproducción. Una clase social no es un objeto estático. En el caso británico se puede observar cambios importantes: una clase obrera casi congelada en el Siglo XIX previo a la Segunda Guerra Mundial; una clase obrera inmersa en la “movilidad social ascendente” durante los primeros 15 años posteriores a la guerra; una clase obrera golpeada por la desocupación y la inflación y mixturada con miles de inmigrantes llegando a la década de 1970.
La subcultura expresa una salida a un conjunto específico de circunstancias, de problemas y de contradicciones concretas. En el cuadro de crisis de la economía británica y del importante impacto que esta tuvo sobre los trabajadores, el punk originario nace y fluye sobre una base de combinaciones e influencias que incluyen puntos de ruptura y continuidad con lo parental. Absorbe elementos culturales que estaban aparentemente “bloqueados” o abandonados, como también otros que no estaban bloqueados, y los combina con la influencia de la clase trabajadora inmigrante y fenómenos de otras capas sociales aportados por los medios masivos de comunicación.
El punk hace equilibrio entre las concepciones mitológicas construidas en torno a la clase obrera y las exigencias concretas de su supervivencia material. Esto se traduce en una contradicción permanente entre la exageración y la anulación de las influencias de clase, entre su negación y su reducción a la condición de parodia. Todos estos aspectos serán fundamentales para comprender al punk en su esencia completa. El problema de la técnica, de los medios para producir y reproducir la creación artística, la relación con “compañeros de ruta” provenientes de otros ámbitos culturales o subculturas, la relación con lo político, etc., se enriquece con la reflexión de la relación del Punk con la clase.
El punk originario londinense tendrá como base de desarrollo el territorio, es decir el barrio. Pertenecientes a familias obreras son expulsados de la vida fabril por la recesión económica de la época. No pasarán de la escuela de la fábrica ni estarán afiliados a sindicato alguno. Oscilarán entre la desocupación y el trabajo precario e informal; muchos vivirán del seguro social propio o de sus padres. El desempleo pasó de ser casi inexistente a un 4% en 1970 escalando al 8% en 1975. La escuela tampoco será un ámbito de contención durante mucho tiempo, ya que las propias características del sistema educativo británico resultaban expulsivas. La famosa Ley Butler de 1946 -muy reivindicada por los laboristas- seguía siendo sumamente elitista y en el mejor de los casos contenía a los adolescentes de clase obrera tan solo hasta los 15 años, edad a partir de la cual pasaban a engrosar las filas del ejército de desocupados (la medición de la desocupación en Gran Bretaña se comienza a medir a partir de los 16 años).
El barrio, aparecía entonces, como el ámbito de sociabilización y de desarrollo de las inquietudes de estos jóvenes. En el barrio se tejían distintas relaciones que se verían reflejadas en el punk como movimiento: el vínculo con los inmigrantes antillanos (también desocupados o precarizados) y la influencia de la cultura afrodescendiente, como también el vínculo con subculturas previas desarrolladas en décadas anteriores.
Es precisamente esta ubicación territorial la que permite señalar con mayor claridad el origen social del núcleo fundacional del Punk inglés. Hay un contexto también, el del fracaso estrepitoso de los “30 años gloriosos del capitalismo”. El punk podría ser definido como un hijo directo de ese fracaso y su historia parece claramente asociada a ello. El impacto de la crisis en los barrios será el escenario de fermentación del movimiento.
¿Pero por qué Londres y no otras ciudades con mayor concentración obrera como por ejemplo Birmingham? Londres es una ciudad cosmopolita que permitió la combinación de influencias culturales. Como ya señalamos, la influencia de inmigración antillana sería fundamental en la conformación de las nuevas subculturas juveniles en la segunda parte de los ´70. Por otra parte, Londres es la cuna de la subcultura juvenil británica permitiendo una mayor diversidad de movimientos y grupos y una mayor dinámica en la transformación de las mismas. Ciudades como Birmingham, bastión del heavy metal, tendrán menos intercambio cultural con la inmigración y mayor influencia de lo rural y folclórico.
Presentamos un listado de bandas y sus barrios o localidades de origen o referencia:
- Brixton: The Clash
- Clapman: Uk Subs
- Croydon: The Damned
- Bromley: Siouxie, XRay Spex.
- Lewisham: The Business
- East End: Cock Sparrer, Cockney Rejects, 4 Skins.
- Islington: 999
- Finchley: Eater
- Chelsea: Sex Pistols, The Chelsea, Generation X.
- Northolt: The Ruts
- Hersham: Sham 69
Predomina la zona sur de Londres y East End: la zona del centro, aunque más comercial, era la zona de circulación social de los punks por fuera de sus barrios de origen; el sur con fuerte presencia inmigrante; el East End, zona portuaria y ferroviaria arruinada por la crisis y cuna de fuertes contradicciones en la clase obrera por influencia del Frente Nacional. Otras bandas importantes de la época originaria del punk inglés serán Crass en Essex, ciudad portuaria muy cercana al sur de Londres, The Jam en Surrey, cercano al suroeste de Londres y Buzzcocks en El Gran Manchester. T. V. Smith y Gaye Advert, fundadores de The Adverts se trasladaran de Devon a Londres en los años 74/75.
Compartimos una Playlist con el sonido rebelde, desolador y furioso de las agrupaciones que conformaron el Punk londinense: