El asesinato del primer funcionario gay de los Estados Unidos (Parte II)

La emblemática canción “I fought the law” fue grabada por primera vez en 1960. Llevada a convertirse en uno de los himnos del punk de la mano de The Clash, también tuvo una contra-versión por parte de Dead Kennedys, quienes la resignificaron de acuerdo a lo que sucedió con Harvey Milk, un reconocido activista y funcionario gay de San Francisco. Aquí, la segunda parte de esa historia en un recorrido histórico y musical

Por Javier Becerra


Cómo habíamos señalado en la primera entrega, Harvey Milk decide lanzarse a la candidatura a Supervisor de modo independiente ante la falta de espacio dado por el ala liberal del Partido Demócrata, al que adherían las principales organizaciones de homosexuales. En los Estados Unidos la Junta de Supervisores es una institución de orden municipal (o condados) con funciones legislativas a nivel local (similar a los Concejos Deliberantes de los municipios argentinos) pero también con poder para cumplir funciones de control sobre los funcionarios e incluso (según las leyes de cada estado) ejercer funciones ejecutivas y hasta cuasi judiciales. La Junta de Supervisores puede vetar medidas ejecutivas e incluso imponerlas por medio del voto mayoritario de sus miembros. En la tradición política norteamericana, el cargo de supervisor estuvo siempre asociado a la posibilidad de que el “hombre común” participe en los asuntos de gobierno sin requerir para ello una gran estructura partidaria.

Hacia finales de los años ’70, la crisis económica y la perdida de autoridad política de demócratas y republicanos daba aire a la irrupción de expresiones progresistas o izquierdistas en los ámbitos locales, que al menos, lograban conquistar cargos menores. Sin embargo, el sistema electoral norteamericano (cómo en todos lados) tenía sus trampas. Esa “isla” de participación independiente debía superar el escollo de las listas a nivel de los condados, lo que debilitaba las chances de que candidatos barriales ingresaran a la Junta a pesar de ganar por amplio margen en sus vecindarios. Milk obtuvo en 1973 16.900 votos quedando décimo entre 32 candidatos y ganando por amplia mayoría en Castro. Si bien quedó lejos de ingresar a la junta a pesar de arrasar en su barrio, logró mucha notoriedad por su disruptiva participación en los medios.

Jello Biafra en el show por el primer aniversario del asesinato

Milk, para sorpresa de muchos, comenzó a ganar autoridad sobre sectores ajenos a la comunidad gay. Además del apoyo logrado entre docentes de la educación pública debido a sus denuncias acerca del desvío de fondos para su sostenimiento, tuvo para sí también la adhesión de la Hermandad Internacional de Camioneros a partir del boicot que organizó entre los numerosos bares de la comunidad gay para que estos no vendieran las cervezas de la patronal que estaba en conflicto con los transportistas. La Hermandad, a partir de esto, se comprometió a defender y promover la contratación de choferes gay en su sector. Otro segmento obrero que comenzó a simpatizar con Harvey fue el de la construcción. En este caso, su programa de ampliación de viviendas y obras públicas en los distritos más lejanos de las zonas céntricas que venían en franco abandono a partir de la política de “manhatizacion” de San Francisco, supo ganar el apoyo de sectores sindicales que no estaban siendo favorecidos por las obras especulativas. Los bomberos, finalmente, fueron otro sector alineado con la figura de Milk, quien venía denunciando el vaciamiento del servicio y la falta de fondos destinados a su funcionamiento.

De este modo, la base social de Milk se venía ampliando notablemente, mostrando la erosión del apoyo de sectores obreros que tradicionalmente daban su voto a conservadores. También los más jóvenes comenzaron a observarlo con respeto. En el barrio de Castro, por ejemplo, vivían muchos punks gays quienes comenzaron a contactarse con el activista entablando los primeros vínculos entre el nuevo movimiento y su figura. Los jóvenes punk homosexuales no encontraban tampoco lugar en las organizaciones clásicas como Alice y el Club Democrático formadas por personas de mayor edad y posición económica más acomodada y orientadas políticamente por un partido (el Demócrata) con el que no tenían acuerdo. Harvey Milk, por aquellos años ya solía prestar cámaras y horas de uso de su cuarto de revelado al novedoso sello punk 415 Records y manifestar su simpatía por la frescura de la nueva subcultura.

En 1975 Milk vuelve a postularse, pero esta vez quedando séptimo, a tan solo un lugar para ingresar a la junta. Sin embargo, en esta elección se cristalizaron una serie de novedades que expresaron un giro político ya que los cargos de alcalde, fiscal de distrito y de sheriff quedaron en manos de liberales. George Moscone había ganado popularidad en la comunidad gay por su campaña por la derogación de la Ley de Sodomía que pensaba como delito cualquier tipo de acto sexual considerado “contra Natura”. Entre una de sus primeras medidas nombró como jefe del departamento de policía al controversial Charles Gain, quien había sido denunciado en el pasado reciente por otros policías de ser “amigo de las Panteras Negras”, y que hacía pública su posición contra los abusos raciales y sexuales de la fuerza. Ambos, se convirtieron de inmediato en enemigos declarados de la policía.

En 1977 el movimiento gay de Miami impulsó en el condado de Dade una ordenanza para que se convierta en ilegal la discriminación por motivos sexuales. Campañas similares se lanzaron en Minsesota, Kansas y Oregon pero en todos estos lugares se impuso por amplia mayoría su rechazo por medio de sendos referéndums. Esto fue una dura sorpresa para el movimiento, qe esperaba resultados positivos. En San Francisco, los sectores conservadores vieron entonces la oportunidad de ir a la ofensiva contra el macizo movimiento gay local (el New York Times a través de un estudio, estipulaba que de los 750.000 habitantes de San Francisco, cerca de 200.000 eran gays) y para ello se montó sobre el activismo cristiano que se concentraba principalmente en los sectores que históricamente habían vivido en el lugar. Comenzó así una nueva ola de ataques violentos contra los gays.

Finalmente, ese mismo 1977 se reorganizó el sistema electoral de San Francisco permitiendo que por primera vez se pudieran elegir supervisores por barrios. En este caso Milk amplió su programa planteando un estímulo a la obra pública, la creación de guarderías, la extensión del transporte público y el control popular de las comisarías, además de cargar contra los negociados en torno a la “manhatizacion” de San Francisco. En esta ocasión quedó primero sobre 17 candidatos con una diferencia del 30% sobre el segundo. La campaña se caracterizó por las numerosas amenazas de muerte que recibió y por el ataque abierto de sus enemigos en medios masivos y desde el púlpito de los templos e iglesias. En respuesta a los ataques religiosos señaló en un medio de comunicación que “los jóvenes gays no van a la iglesia porque en la iglesia los odian”. Sorpresivamente ganó con ese planteo a numerosas mujeres católicas de origen irlandés a sumarse activamente a su campaña.

La victoria de Milk se puede atribuir a varios factores. Además de la masividad del movimiento gay en San Francisco, su programa salía de lo estrictamente corporativo y abría un diálogo con sectores obreros, educativos y juveniles. Por otra parte, su posición de independencia ante demócratas y republicanos le permitió canalizar un voto que no encontraba expresión en las candidaturas nacionales pero si en los cargos locales. Era allí donde las posiciones de izquierda podían abrirse espacio. Milk fue el primer funcionario gay elegido por el voto popular, y junto con él ingresaron a la junta de supervisores, también como novedades, una madre soltera, una mujer negra y un americano de origen chino. Todos casos inesperados hasta hacía muy poco.

Libro original del primer disco de Dead Kennedys

Cómo supervisor impulsó una ordenanza que prohibía la discriminación por orientación sexual. Toda la junta voto a favor salvo Dan White, un ex policía que venía ejerciendo como Supervisor desde hacía un tiempo. El New York Times calificó a la ordenanza como “la más abarcativa y completa de toda la Nación”. San Francisco había finalmente conquistado una ordenanza que un año antes había sido rechazada en numerosos estados y condados. En este mismo periodo, Milk se concentró en ir a una lucha a fondo contra la Iniciativa Briggs, un proyecto que intentaba despedir y prohibir el ingreso al ejercicio de la docencia a cualquier maestro o profesor que defendiera los derechos de los gays en toda California. La propuesta nacía del legislador John Briggs y una potencial victoria de la misma podría abrir un precedente para todo el país.

La campaña contra la Iniciativa Briggs volvió a reunir a Milk con el incipiente movimiento Punk. El Mahubay Garden, el bastión del punk por aquel entonces, fue escenario de parte de la campaña No On 6. Milk fue el presentador durante un festival contra la Iniciativa encabezado por Crime, una de las bandas punk más renombrada de esta primera época y que ya venía denunciando los abusos policiales. La escena punk venía en un ascenso de su politización y luego de una primera etapa de imitación del fenómeno londinense, comenzaba a tomar fisonomía propia en torno a los sucesos políticos norteamericanos. Bandas como Dilds, Avengers, The Mutants o Nuns venían haciendo un recorrido con posiciones políticas o simplemente mostrando solidaridad con distinto tipo de luchas. Avengers y Mutants, por ejemplo, se presentarían en apoyo a los mineros en huelga de Kentucky. Milk siempre demostró afecto y reconocimiento por estas bandas. Jennifer, una de las hijas del alcalde Moscone, era también parte del activismo punk de aquel entonces.

La Iniciativa Briggs fue derrotada por un margen de más de 1 millón de votos en contra. Sin embargo, este triunfo fue la antesala del desenlace de la vida de Harvey Milk. Dan White, el ex policía y supervisor del que ya hablamos más arriba, se había guardado el desprecio por la comunidad gay y su resentimiento hacia Milk. Muchos allegados al asesino declararon posteriormente el conocimiento de su homofobia extrema, quizás disimulada con el solo hecho de mantener alguna ventaja política en un lugar donde la comunidad “gay friendly” era tan extensa. Se llegó a saber que más de una vez explicó a personas cercanas que “Milk y el Alcalde Moscones representan todo lo que está mal en el mundo”. El 27 de noviembre de 1978, White ingresó en aquella jornada con una pistola de uso exclusivo de las fuerzas policiales cargadas con balas de punta hueca. Primero mató a Moscone en su despacho y luego descargó cinco disparos sobre Milk (dos en la cabeza). Al conocerse la noticia, cerca de 40 mil personas se concentraron en las puertas del lugar del crimen.

White se entregó a la policía. Todo indicaba que sería sentenciado a muerte debido a que recientemente se había establecido en California la pena capital para los asesinos de funcionarios públicos. En la práctica, el resultado del juicio fue muy diferente. Con White detenido comenzó una campaña en su favor de un sector importante de la población reivindicando el doble crimen cómo “un acto político”. La propia policía solía circular por la vía pública con remeras y prendedores en los que se leía “Liberen a Dan”. Durante el juicio, la mayoría del jurado mostró simpatía por el asesino. Varios de ellos lloraron ante su alegato. El escándalo se completó cuando su abogado declaró ante el juez que “las buenas personas no asesinan a sangre fría, y Dan White era una buena persona”.  La defensa señaló como responsables a “los manipuladores políticos de izquierda” y que su cliente había sido víctima de un atracón de Twinkies -el pastelito de relleno cremoso elaborado a base de mantequilla, muy común en EE.UU.- que lo habían hecho actuar fuera de sí. Rápidamente se definió a esta línea argumental como la “defensa Twinkie”. White fue finalmente condenado de manera escandalosa a solo 7 años de presión por “asesinato sin premeditación”.

Portada del primer disco de Dead Kennedys. Foto está tomada en los disturbios luego del fallo judicial por el asesinato de Harvey Milk

La indignación popular ante el fallo fue inmediata. Una multitud salió a las calles en protesta. El historiador Michael Foley señaló que fueron los jóvenes punks los primeros en apostarse frente a la alcaldía. Rápidamente comenzaron a ser quemados los autos de policía que circulaban dando origen a lo que se conoce en la hostia norteamericana como White Nigth Riots. La policía se reagrupó y con sus grupos Anti motines atacó directamente a los bares gays de la zona, incluidos a los de Castro, especialmente al White Elephant. Sesenta policías resultaron hospitalizados ante la respuesta de la población de Castro que rápidamente se reagrupó. Ante las cámaras de TV un encolerizado manifestante fue interrogado sobre la violencia de los disturbios, a lo que respondió “expliquen que estamos haciendo esto por excesos de Twinkies”.

El asesinato de Milk coincidió con lo que sería el inicio de un marcado giro a la derecha en los Estados Unidos. El lugar de Moscone fue ocupado por Dianne Feinstein, presidente de la Junta de Supervisores que de un día para el otro se delimitó de sus antiguas posiciones progresistas para ponerse al frente de una encarnizada lucha en favor de la especulación inmobiliaria y contra las libertades en general, teniendo en los punks uno de sus principales objetivos. En 1980, se eliminó la reforma electoral que permitía la elección de supervisores por barrios reforzando el poder de los grandes aparatos de demócratas y republicanos y marginado a los candidatos izquierdistas. La etapa Reagan se acercaba solo para poner las cosas en peor situación.

En este escenario fue que se terminó de reconfigurar el movimiento Punk de California y de San Francisco en particular. La velocidad y la energía característica del punk local se cristalizó en torno a las posiciones políticas Anti derechistas y con Milk y la White Nigth Riots como banderas fundacionales. El primer y emblemático álbum de los Dead Kennedys – Fresh Fruit for Rotting Vegetables- tuvo por portada a los patrulleros ardiendo de aquella turbulenta noche. La candidatura a la alcaldía de Jello Biafra de 1979 cargó duramente contra la alcaldesa Feinstein y contra el asesino Dan White (Jello proponía que se construyeron estatuas de White para ser apedreadas). A un año del asesinato de Milk, el movimiento Punk realizó múltiples presentaciones en su homenaje.

Cinco años después de la sentencia, White quedó en libertad. Poco después fue encontrado muerto con un balazo en la cabeza dentro de su automóvil. Milk, por su parte, fue engrandeciendo su figura año tras año. Como dijo el historiador John D’Emilio “muchos consideraban a Milk un socialista, pero tan solo era alguien preocupado por los problemas concretos de la gente común”. El legado de un activista político y gay, pero sin una estrategia de conjunto y una subcultura juvenil combativa, parecían la única referencia clara ante los años que se venían.

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