Dead Kennedys - I fought the law
El asesinato del primer funcionario gay de los Estados Unidos
La emblemática canción “I fought the law” fue grabada por primera vez en 1960. Llevada a convertirse en uno de los himnos del punk de la mano de The Clash, también tuvo una contra-versión por parte de Dead Kennedys, quienes la resignificaron de acuerdo a lo que sucedió con Harvey Milk, un reconocido activista y funcionario gay de San Francisco. Aquí, la primera parte de esa historia
Por Javier Becerra
“I Fought The Law” es una de las canciones más emblemáticas de rock. Compuesta por Sonny Curtis, guitarrista de The Crickets, la banda de Buddy Holly, fue grabada por primera vez en 1960 ya sin la presencia de Buddy, muerto unos años antes. Poco tiempo después se haría muy popular en la versión de The Bobby Fuller Four. En los años ’70 sería The Clash quien la grabaría convirtiéndola en uno de los himnos del punk fundacional.
Otras versiones conocidas son las de Stray Cats, Bruce Springsteen, Roy Orbison, Green Day, Tom Petty, Loquillo, Ataque 77 y Natalia Lafurcade. En general, la canción nunca tuvo grandes modificaciones en su letra ni en su espíritu. La versión original de Curtis se refiere a las peripecias de un delincuente común que sufre las consecuencias de sus propios actos: la pérdida de su pareja, y obviamente la cárcel. La canción tiene además una moraleja que queda impregnada como un axioma: la ley siempre gana.
Sin embargo, el propio Sonny Curtis manifestó en una entrevista que “las canciones son escritas con una intención pero luego ganan su propia vida colocándose por fuera del control del autor”. Fue precisamente eso lo que sucedió con “I Fought the Law”. Cuando los Dead Kennedys la incorporaron a su repertorio subvirtieron por completo su significado original. Es por esto que en el registro discográfico de su versión grabado en Give me Convenience or Give me Death de 1987, y en los registros en vivo de la banda, podemos escuchar “Me enfrente a la Ley y yo gane”.
La nueva letra, que modifica por completo a la original, plantea entre otras cosas que “La Ley no significa una mierda si tienes a los amigos correctos. Así funciona este país”; “Los Twinkies son los mejores amigos que he tenido, le volé los sesos a George y a Harvey con mi pistola de 6 mm”; “Soy el nuevo héroe popular del Ku Kux Klan y mis amigos policías dicen que está bien. Puedes liberarte de un crimen si llevas tu billetera”.
¿Pero a qué se referian los Dead Kennedys con todo esto? Volviendo a la reflexión de Curtis mencionada más arriba, la condición para que una canción gane su “propia vida” depende de que la hagan cabalgar sobre situaciones concretas que la resignifiquen y que la revitalicen. Fue eso lo que hicieron los Dead Kennedys. Su versión de “I Fought The Law” trata sobre el asesinato de Harvey Milk, un reconocido activista Gay de San Francisco quien fue el primer funcionario público con esa condición sexual elegido mediante el voto en los Estados Unidos. Milk fue asesinado junto al Alcalde George Moscone por Dan White, otro funcionario del mismo distrito, quien redujo su sentencia al mínimo gracias a lo que la prensa denominó “la Defensa Twinkies” en un juicio escandaloso. Cómo siempre decimos, los interrogantes abiertos por el rock deben encontrar sus respuestas en otros ámbitos. Allí vamos.
Harvey Milk fue un neoyorkino que luego de varias actividades laborales en distintos estados finalmente se instaló en San Francisco, en el distrito de Castro durante 1972. El hippismo de los años ’60 lo corrió de ciertas posturas conservadoras que mantenía en lo político y de la percepción que hasta entonces mantenía sobre su propia sexualidad. En su nuevo vecindario creó la tienda Castro Camera, dedicada a la fotografía y venta de material filmográfico. Milk, anteriormente, había militado la candidatura conservadora de Barry Goldwater en 1964, pero el nuevo clima social generado por el movimiento hippie y la invasión norteamericana a Camboya promovieron su giro político.
La San Francisco en la que se instaló Milk venía de comenzar una importante reconfiguración económica y social. El declive del boom económico de la segunda posguerra (los mal llamados “30 gloriosos años del capital”) había comenzado a expresarse promediando la década del ’60. Importantes fábricas y diques habían cerrado o se habían mudado de Estado. Los importantes astilleros de la zona de la Bahía tampoco producían como antes. La desocupación temporal y la permanente habían aumentado en niveles desconocidos desde la crisis de los años ’30 al 7% y 8%. Hasta entonces San Francisco estaba organizada en torno a “enclaves étnicos” donde los habitantes de cada barrio además de compartir un origen nacional, solían tener las mismas ocupaciones y trabajar en los mismos lugares. Castro, por ejemplo, había sido tradicionalmente un barrio de irlandeses católicos de clase trabajadora.
San Francisco además tenía otra particularidad. Era el Estado norteamericano con mayor concentración de habitantes gay del país. Esta característica se fue desarrollando desde fines de la década del ’40. Muchos de los gays instalados eran jóvenes soldados y marinos que volvían a Estados Unidos luego de recibir la baja al finalizar la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. La mayoría de ellos decidía no volver a sus pueblos de origen a sabiendas de la incomprensión y los malos tratos que la sociedad les deparaba. En el mejor de los casos les esperaba el ostracismo.
De este modo la vieja población de San Francisco comenzó a convivir con una importante población homosexual y con la llegada de hippies de todo el país promoviendo un clima por demás particular. El New York Time había publicado un informe en 1977 que aseguraba que de los 750 mil habitantes de San Francisco, cerca de 200 mil eran gays. Fue en este contexto que Harvey Milk encontró una comodidad hasta entonces desconocida para expresarse en términos sexuales afectivos pero también en términos políticos.
Las tensiones sociales vividas en San Francisco eran enormes. A la crisis económica se sumaba la postura reaccionaria que una parte de la sociedad y del propio Estado mantenía hacía negros y homosexuales. En 1971 se registraron nada menos que 2800 detenciones por “practicas gays” calificadas legalmente como “delitos morales”. Los detenidos eran registrados además como “delincuentes sexuales”, lo que acarreaba serios inconvenientes laborales. Cómo comparación vale señalar que ese mismo año New York solo registró 63 detenciones por las mismas causas. Claramente había una decisión política de perseguir y castigar a la comunidad gay.
San Francisco contaba con un numeroso activismo en materia social y de derechos civiles, pero hasta entonces se mantenía como tributario del ala liberal del Partido Demócrata (PD). Las dos agrupaciones gays más importantes –Alice y el Democratic Club– actuaban directamente como colaterales de los demócratas. Varios políticos venían planteando en sus campañas un programa que ampliara las libertades pero fracasaban elección tras elección. Para este momento Milk ya se había transformado en un referente de los comerciantes de Castro debido a sus protestas permanentes por la enorme carga impositiva que sufrían y ya mantenía contacto con el activismo gay local aunque sostenía varias divergencias con el mismo.
Cuentan los testimonios que Milk colmó su paciencia al observar como de forma permanente los maestros de las escuelas públicas solían visitarlo en Castro Camera para solicitar prestado proyectores y materiales con las que sus escuelas no contaban. Milk comprendió que las prioridades del Estado estaban concentradas en cuestiones ajenas a la “gente común”.
Por aquel entonces ya se proyectaba la “manhatizacion” de San Francisco con el fin de convertirla en la capital financiero del Oeste, lo que implicaba el desplazamiento de la población trabajadora del centro y el combate contra la “basura social”. Fue precisamente luego de la visita de un docente que a su comercio cayó una inspección a reclamarle el pago de una deuda inexistente bajo amenazada de cierre del comercio. Milk expulsó a gritos a los inspectores y movilizó al barrio contra los mismos. Decidió entonces candidatearse a Supervisor de la alcaldía. Para ello, lo primero que hizo fue ponerse en contacto con los demócratas locales. En una entrevista con el dirigente local al que le trasladó sus inquietudes recibió como respuesta: “…hay un antiguo dicho en el Partido Demócrata. No bailas a no ser que primero coloques las sillas. Nunca te he visto colocar sillas”. Así comenzó el antagonismo de Milk con los demócratas. Finalmente decidió presentarse como candidato de modo independiente.
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