Se llama bruxismo al movimiento involuntario que realizamos dormidos con los dientes, apretando o rechinando de lado a lado. Los causales pueden ser nervios, ansiedad, estrés y cada vez se dan más casos. Bruxismo es el nombre elegido por Guadalupe Arce para su proyecto personal que fue de la partida del Festi Linterna el pasado 5 de junio.

Por Carolina Figueredo

Claustrofobia, temblores, parpadeos incontrolables. Sensaciones todas que remiten al single “Ansiedad” con que Bruxismo toma rumbos más crudos. Guadalupe Arce, integrante de Einstein, se toma sus concesiones para jugar entre estilos diversos y puede pendular entre un sonido grunge y otro más pop, dulce, como el que nos mostró a principios de año con el tema “Tengo ganas de verte”. Reconocida tatuadora, desarrolla esa veta artística y profesión entre Zona Sur y San Telmo. En esta entrevista nos cuenta sobre su proyecto solista, la salud mental, ser creativo en cuarentena y expectativas para el futuro cercano.

La Linterna: ¿La elección del nombre Bruxismo está relacionado con la salud mental, un poder físico impedido, el grl pwr o ninguna de estas opciones?

Guadalupe: Un poco de todo. En realidad “BRUXISMO” nace en un momento muy oscuro de mi vida, estaba hundida en la depresión, vivía encerrada en mi pieza, no comía ni dormía. Me costaba mucho comunicarme, mi manera de pedir ayuda era hacer canciones. Por alguna razón, cuando agarraba la guitarra podía hablar de cosas que con las personas no.

Un día por apretar mucho la mandíbula se me rompió una muela, y se me ocurrió llamar así a mi proyecto. Es gracioso, pero sentí que representaba el momento que estaba atravesando. Cuando hay emociones reprimidas el cuerpo habla.

LL: Formás parte de una banda y este es tu proyecto paralelo. ¿Qué encontrás en un camino solista?

G: Si, formo parte de Einstein en Llavallol, una banda de amigxs en donde creo que el principal objetivo es divertirse.

Y en un momento me encontré escribiendo canciones con una carga emocional muy personal, con letras que hablaban de cosas que me pasaban y necesitaba comunicar a mi manera.

LL: ¿Te sentís parte de alguna movida o escena?

G: Por fortuna sí. Es difícil pensar que en lugares donde escasean los espacios para tocar, en donde el estado se olvida de la cultura (entre otros derechos) y el último bondi pasa a las 23:00 se puede generar un movimiento de personas, pero así es.

Zona sur es gigante y está lleno de bandas. Hay mucha gente activando que comparte los mismos valores y espíritu de autogestión. Si no hay espacios los creamos, compartimos y los cuidamos. Siento que es una suerte de comunidad. Al armar una fecha todxs ponemos un poco de nosotrxs para que salga de la mejor manera, desde prestar un amplificador, ir temprano para ayudar a decorar, reunirnos en un punto en común para llegar todxs juntxs. En todas las fechas te sentís como en casa con amigxs.

LL: ¿En qué lugares tocabas?

G: Como mencioné anteriormente los lugares para tocar en el conurbano no abundan, y eso te da el súper poder de adaptarte a cualquier contexto. Con Bruxismo es aún más fácil porque soy una sola persona, tocando un solo instrumento.

Toqué en ferias, casas, centros culturales, bares, plazas, transporte público e incluso la calle. Creo que hay que copar espacios, cuando hay algo que decir el escenario es lo de menos.

LL: ¿En qué momento de tu proyecto te encontró la cuarentena?

G: Hace poco saqué mi primer videoclip “Ansiedad” y estaba planeando sacar el segundo. La grabación se pospuso. También tenía ganas de sacar un nuevo EP pero es un proyecto que todavía está en pañales. Hace tres meses quería incorporar un sonido más electrónico a mis canciones. Me junté con un amigo que es productor, trabajamos algunas bases en Ableton y quedé fascinada. Me divertía la idea de solo cantar en vivo, ser más performer. Sin un instrumento encima podés jugar más en el escenario.

Pero la cuarentena y el encierro hicieron que me reencuentre con la guitarra, compuse muchas canciones melódicas. No sé qué voy a grabar cuando esto termine, pero lo importante es generar ideas, mantenerse en movimiento.

LL: ¿Qué discos o artistas escuchás en estos momentos tan particulares?

G: En mi casa siempre se escuchó mucha música, cuando era chica estaban de moda los CDs MP3. En un mismo CD encontrabas más de 100 artistas. Teníamos pilas de discos pirateados, listas que iban desde Luis Miguel a Marilyn Manson. Así que estoy muy acostumbrada al popurrí, y con la llegada de Internet lo llevé al límite.

El último disco que escuché fue ¡Azúcar! de Celia Cruz.

LL: ¿Cómo pensás que será el regreso a la música en vivo (de tus shows y de los recitales en general)?

G: Veo por las redes que todas las bandas o artistas con lxs que comparto se encuentran muy activos, creando, sacando material, haciendo shows por streaming. Pienso que para el regreso todxs vamos a tener propuestas nuevas que mostrar y eso que me entusiasma.

LL: ¿Creés que existe una cultura independiente establecida y otra emergente?

G: Puede ser, pero gusta creer que somos todxs parte de lo mismo.

Instagram de Bruxismo

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Las canciones que marcan nuestras vidas

G: Es difícil elegir solo cinco canciones, pero voy a elegir a las primeras que me conmovieron, inspiraron o impulsaron a crear.

Dire Straits – Sultans of swing

Un clásico, la primera vez que escuché esta canción era muy chica, no entendía el idioma ni de que hablaba la letra. Pero cada vez que sonaba en la radio sentía cosas, ese fenómeno de cuando la música trasciende el mensaje.

Bikini kill – Rebel girl

Conocí Bikini Kill a mis 14 o 15 años, en mis primeros acercamientos al feminismo.

Cursaba en un secundario técnico, en su mayoría de alumnos varones. Lo sufría mucho, realmente me subestiman por ser mujer.

Estas chicas ponían en palabras esa sensación de impotencia y rabia. Me sentía acompañada y entendida. Con el tiempo investigando descubrí el movimiento riot grrrl y fué un viaje de ida. Me dieron ganas de cambiar el mundo.

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota – Música para pastillas

Más allá de la música y el fenómeno popular que genera esta banda, tiene mi corazón por ser mi primer recital y compartido con mi viejo. En esta canción me subí a sus hombros y fué mágico.

Toda su música me remonta a situaciones felices, el barrio, los amigos y la infancia.

Nirvana – Come as you are

Nirvana llegó en mi adolescencia, al igual que Bikini Kill para acompañar una etapa de rebeldía, fue el primer tema que aprendí a tocar con la guitarra.

Los palmeras – El embrujo

Nací en Entre Ríos, Santa Elena. Tierra de la cumbia santafesina. Cada vez que escucho esta banda me remonta a la casa de mi abuela, mesa larga, horno de barro, y bailar después de comer. Es increíble el poder de las canciones, para mi funciona como una máquina del tiempo.