La Feria de Editoriales Independientes (FED) tiene su edición 2020, “Virtual y Pandémica”. La cita es del viernes 7 al domingo 9 de agosto y participarán más de 160 editoriales del país y de Latinoamérica. La Linterna Noticias charló con dos de sus protagonistas
Por Martín Silva
La novena edición de la Feria de Editoriales que convoca las librerías independientes dará comienzo con una modalidad virtual ya que la pandemia por el Covid-19 restringe actividades con público presente. Con la suspensión de la Feria Internacional del Libro que se realiza desde hace varios años en la Rural de Palermo, esta FED se presenta como una alternativa para adentrarse por costumbre o por primera vez al universo literario independiente.
Para quienes quieran participar, las editoriales y librerías independientes montaron sus stands virtuales y una zona horaria donde poder concretar esa relación que destaca a la FED, esto es, la interacción directa con las personas que llevan adelante las ediciones y colecciones. “La salida es colectiva” sostiene el slogan para la FED ’20 y resume que “nos unimos con las librerías y las distribuidoras para hacer una feria más grande”. En total, más de 160 participantes tienen un lugar dentro de la plataforma (www.feriadeeditores.com.ar) y un canal de YouTube que hace las veces de sala principal, y donde se desarrollaran las entrevistas, charlas y talleres.
Palabras de los protagonistas
La Linterna Noticias conversó en la previa con dos protagonistas que intervienen desde la primera edición. “Participamos de la primera FED que se hizo en el bar de la radio FM La Tribu. Es de alguna manera consecuencia directa de haber atravesado las experiencias de las Feria de Libro Independiente y Autogestiva (FLIA), que con el crecimiento comenzó a diversificarse y hubo una editorial (Godot) que decidió hacer una feria específica de libros de las editoriales independientes”, cuenta Leonardo Rodríguez de Editorial Madreselva.
En tanto que Víctor Malumián de Editorial Godot recuerda: “la decisión de iniciar la FED se da en un contexto en el cual la Fundación El Libro (que organiza la Feria del Libro – FIL) en ese momento no permitía stands conjuntos. Entonces a las editoriales independientes se les hacía muy difícil poder costear el stand y no había muchos espacios donde podían hablar de forma directa con las y los lectores. Un poco la FED vienen a suplir esto. Ahora vamos por la novena edición”.
A partir de aquella primera vez, la Feria estuvo otros cuatro años en la sede de la FM. Después pasó a la galería de Central Newbery, de ahí a Santos 4040. Y el crecimiento encontró a los organizadores y las organizadoras montando la edición 2019 en el mismísimo Centro Cultural Konex. “En la última edición nos visitaron 14 mil personas, más de doscientas cincuenta editoriales de toda Latinoamérica y se vendieron aproximadamente 32 mil ejemplares”, destaca Malumián.
A la hora de optar, parece que son muchas las editoriales que piensan en una salida colectiva, “participamos de la FED porque nos sentimos parte de ese grupo de editoriales independientes. Aunque, en realidad, Madreselva se considera con el grupo de editoriales con las que activa interdependientes”, sostiene Rodríguez y continúa: “la actividad que desarrollamos necesariamente está en relación y pone en juego vínculos y sociabilidades”.
Balance y perspectivas
Más allá de los números de 2019 que sorprendieron a propios y ajenos, Malumián piensa que se trató de un movimiento constante y paulatino “tuvo un crecimiento lento, a veces sorprenden los números pero ya vamos por la novena edición”. Esta vez, la FED se impone por presencia, ya que la suspensión de la Feria del Libro dejó un hueco en el mundo de la difusión y recepción de libros. “Por un lado no queríamos perder la fecha, que los medios que quizá usualmente no hablan de libros por la excusa de la FED hablaran, o le den algún espacio a editoriales o autores y autoras más tangenciales, difundiendo otro tipo de literatura. Eso ya nos parece algo interesante”.
El desafío se presenta en cómo puede llegar a desarrollarse la modalidad virtual. En ese sentido las expectativas de cada editorial varían de acuerdo a la adaptación rápida que debió hacer todo el mercado a partir de la pandemia y su correlativo Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. “No sabemos qué resultado va a tener en canto a visitantes, en cuanto a difusión va a andar bien porque ya salieron muchas notas de prensa y hay tantas otras pactadas”, confiesan desde Godot. Y armar la FED virtual “te hace ganar de golpe toda la extensión latinoamericana. Porque hay una limitación geográfica: la gente no va a viajar desde más de 200 o 300 kilómetros (ojalá sea tan interesante que quieran viajar). En cambio para hacer un click no importa donde estés”. Por el lado de Madreselva, esta situación “nos agarra no-preparados y, además, nuestra fortaleza siempre estuvo en las ferias presenciales, en la calle. Solemos montar muchos puestos de libros en las actividades políticas”. Por ello, “la reducción que se produjo, la retracción a la virtualidad, hace que cada encuentro virtual sea una incógnita para nosotros. Estamos aun transitando una adaptación”.
Cuestión de formatos
Hay una nueva forma de leer que se ha potenciado por el Aislamiento Social o cuarentena. Esta forma digital de consumir libros puede llegar a cambiar con la reapertura plena de los lugares de encuentro con ellos. Pero, sin dudas, hay algo que está ocurriendo con respecto a las condiciones de recepción de la literatura, al menos en Argentina. Al respecto, Malumián opina que “lo que sucede es que las lectoras y los lectores son híbridos. No es que alguien lee solo en un formato y después no lee nunca más en otro”. Y sigue: “se pueden dar preferencias y en algún caso está más marcado que otros. Quizá de diez libros, nueve lo lees en papel y uno en digital o viceversa. No creo que canibalice la venta un soporte vs el otro o un contenedor vs el otro”.
Y es que el mayor tiempo libre hizo crecer el consumo de productos culturales, en los hogares que tienen acceso claro está. Aparecieron Netflix con sus series y los libros también. Es así que “en el tiempo en que no podían circular porque no había venta de libros, aumentó muchísimo la venta digital. Pero cuando comenzó a circular el delivery, volvió a caer, aunque no a los mismos pisos anteriores a la pandemia”, informa uno de los titulares de Godot. “Para mi hay que dejar decantar un poco más esto y ver qué pasa. Hay una tendencia a digitalizar los catálogos porque tiene ciertos beneficios. Pero para ver cómo es la recepción del libro y del formato en particular hay que esperar un rato más a ver qué pasa”.
El futuro de cada una de las editoriales participantes de la FED está marcado por la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales. De todas formas, ya hay algo que se puede avizorar con los elementos que la realidad pandémica nos muestra, como por ejemplo la venta on line y la digitalización de catálogos para difundir por las redes sociales. Pero, “evidentemente el rol de una persona que recomienda libros, que te conoce o que tiene determinado saber acumulado y puede recomendar de forma efectiva siempre va a ser necesario. Puede que haya una discusión a futuro sobre si eso lo puede reemplazar un algoritmo: a mí me parece que no, una parte de lo inesperado al algoritmo le va a costar mucho -al menos por ahora- reemplazar. Y eso se vio en la práctica”, sentencia Víctor Malumián.