La Ciudad de Buenos Aires contiene las ferias artesanales más destacables del país, con un sistema de validación y reglamentaciones. Aun así, el espacio público es negado para lxs trabajadorxs. Recorremos la historia y el presente de la mano de uno de sus protagonistas
Por Sanderico
“En las grandes movilizaciones por la aparición de Santiago Maldonado aparecía en nuestros actos, en Plaza de Mayo, la bandera de Artesanos y Artistas. Tanto le molestaban nuestra bandera al Gobierno de la Ciudad, que se la robaron. La bandera que nos nuclea es la de Santiago Maldonado, pesa contra los dinosaurios ´oficiales´” (Damián, Frente Artesanos y Artistas en Lucha).
Pasaron más de cuatro meses desde que se decretó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio a causa de la pandemia Covid-19. En la provincia de Santa Fe el colectivo de artesanías urbanas hace un llamado para visibilizar la problemática de violencia evidenciada en estas circunstancias, porque la desolación y ninguneo en esta época también lo son. La represión se hizo esperar. En la ciudad de Rosario, el pasado 17 de julio se emitió un decreto Nº 94, donde se prohibía trabajar a lxs artesanos en la vía pública, mientras Shoppings y Bares abrían regularmente, “el primer acto de represión a los artesanxs en plena pandemia, represión a delegados, que iban a hacer una olla popular porque estamos pidiendo trabajar, o al menos, respuestas acordes, subsidios para hacer la cuarentena ya que van a cerrar por meses las ferias, exigimos que no nos repriman”, denunciaba Federico de la agrupación Artesanos Autoconvocados y víctima de la represión.
En la Ciudad autónoma de Buenos Aires, hoy día la violencia y el terror se manifiestan de múltiples formas, el vaciamiento y el aislamiento reprimen, más allá del aparato montado por el Gobierno de Rodríguez Larreta para detener y encarcelar las disidencias. Desde el Colectivo de Artesanos Urbanos también se exige una respuesta acorde ante la imposibilidad de poder subsistir. La artesanía es cultura y trabajo en distintas zonas de la urbe: “la labor del artesano es fundamental y lo seguirá siendo, no solo en la ciudad de Buenos Aires. En el principio se inventó un artefacto, que era utilizado para otros fines, es la definición de artesanía. La feria de artesanos es una actividad de la cultura popular que se renueva a sí misma, cada semana, empieza a modificar el trabajo, y uno se va modificando”, señala Damián.
Ya no se puede esperar. En este contexto han sido expuestas las calamidades más atroces. La pandemia ha puesto en evidencia la fragilidad en que se encuentra subsumida gran parte de la población. Pero no es sólo la pandemia y la economía, si no el aval de la mayoría de los poderes –comunicacionales, judiciales y represivos- que ahondaron, avalaron y aceleraron una degradación sistemática de las condiciones de vida.
Con voz propia
Es necesario adentrarse en la historia artesanal a través de una voz del colectivo de artesanos. Parafraseando a Bertolt Brecht de “preguntas a un obrero que lee”, preguntas a un “artesano que vive de la artesanía”. Damián, con su voz suave y calma, responde a las inquietudes:
La Linterna: ¿Cómo nace la feria en la Ciudad como se conoce hoy, hace cuánto tiempo está? Seguramente existe alguna historia detrás de la historia.
Damián: Ya de antepasados la cultura era receptiva, así como la inmigración fue crucial. Se trajeron técnicas y herramientas que se modificaron. Pero sí, las ferias en las plazas en la Ciudad comenzaron en primavera del año 1969. En el caso de plaza Francia, más precisamente. En las costas de Villa Gesell y Miramar en los veranos la mayoría de los que iniciaban las ferias eran estudiantes de arte, arquitectura, letras, “intelectuales”, “hippies”. Un movimiento donde se traían desde afuera, de otros países cuestiones de exposición como “new age” y la gente se copó. El arquitecto Peña fue uno de los iniciadores de las ferias que conocemos en la Ciudad de Buenos Aires. Una de las primeras que se dieron fue por Recoleta, luego llegó el primer Congreso de Artesanos Urbanos. Y así La Plaza San Martín, la de San Telmo, Plaza Francia, Barranca -que ya no está- fueron creciendo. Pero comenzó formalmente desde las clases supuestamente “intelectuales”. En los primeros años de los 70 ́s hubo una gran discusión sobre si la artesanía era artística o un oficio. Pues se nos negaba.
El escritor Eduardo Galeano expresaba muy bien la diferenciación que surgía en el ámbito de la Capital Federal: para la gente rica y culta está el “arte”, para el pueblo la “artesanía”. Como si la artesanía fuera más barata. Después llegó el último Golpe de Estado y con la dictadura las ferias desaparecieron. En el año 1982-83 el arquitecto Peña realizó una jornada de artesanos urbanos. Y ahí había una cantidad de compañeros, de talleres. Damián continúa su racconto:
D: De ahí surgió una fuerza que determinó la creación de una gran feria. Hasta que el gobierno convocó a estos artesanos urbanos a hacer una fiscalización para hacerlos ingresar a ferias que no existían. Es ahí cuando se creó el sistema de ferias, estaba la de Belgrano que era en Barrancas, Plaza Francia, Parque Chacabuco, Plaza Flores. Se armaron muchas, algunas no funcionaron otras sí. Plaza Francia es un monumento histórico y nosotros la reivindicamos como Plaza de los Desaparecidos porque la mayoría de los compañeros fueron desaparecidos allí. Algunos eran médicos, periodistas y artesanos. Ya en el año 1992 se sancionó la ordenanza 46075 que es la que está vigente. Entre 1994-95 se sancionó la Constitución de la Ciudad y la ordenanza empezó a ser ley, esa es otra historia.
LL: La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires marca una supuesta protección integral al trabajo artesanal. Frente a los amparos presentados, ¿qué es de esa lucha que lleva años?
D: A partir de 1992 es cuando se sancionó la ordenanza que ahora es ley, quedando ocho ferias que componen el Sistema de Ferias Artesanales de la Ciudad. La ordenanza establece que las ferias estén organizadas con dos columnas, una “política” -de cuerpos de delegados- y otra de “fiscales técnicos” y entre ambas eligen delegados por voto secreto una vez por año. El modelo del sistema que implementó Peña hace 50 años se desarrolló en todo el país.
El modelo de los 90´s y del macrismo inauguraron una nueva forma de percepción, cambió la forma de denominar a los artesanos. La novedad del macrismo es que todo funcionario que pasaba por el área de Espacio Público quiso tener injerencia en las ferias. Hasta que en 2016 el Decreto 585 del Ministerio de Ambiente y Espacio Público daba pie para erradicar ferias, moverlas, trasladar todo al mejor estilo de Macri y la derecha.
Esto provocó que se recortara el poder de la comisión de delegados de los artesanos, los convertía en “cadetes” para llevar y traer papelitos. Pero se logró unir fuerzas para intentar romper con ese decreto 585. Hicimos una gran movilización a la Jefatura de Gobierno con escenas de violencia y ahí sí el Ministerio de Cultura nos dio bola. Pero se reunieron con los “delegados oficiales” y licuaron nuevamente todo.
LL: ¿Que realiza el colectivo de artesanos? ¿Cuántas ferias son y que producen?
D: El modelo de producción es dominar el proceso, es decir, no sólo comprar un material. Por ejemplo, si compras metal, transformarlo en anillo. No es proceso comprar la cadena, colgante y agregarle una piedra, eso ya sería una manualidad. Ni mejor ni peor, sino diferente y sin proceso. Después que en el año 1984 se estableció la primera fiscalización, quedaron muchos trabajadores afuera. Está la idea de que ‘la artesanía es hacer cosas con las manos’. Decimos que, en todo caso, existen las manualidades, que tienen espacio en la calle Defensa. Ahora, el sistema de ferias de manualistas se ha transformado en uno de revendedores. En cuanto a la artesanía, el cupo de la feria de artesanos es de 1.200, aunque quizá en este momento sean unos 500 activos. Por fuera del sistema hay unos 3.000 que podemos decir son “no oficiales”.
LL: Frente al Covid-19 en la actualidad ¿cómo incide la pandemia en los vínculos cercanos?
D: Paralizó las ferias. Los artesanos viven de lo que venden, en este contexto es imposible. Por el Covid-19, estamos todos con poco dinero. Quienes compran, son de clase media para abajo, o sea, las clases populares. Algunos artesanos se reconvierten, publican por internet, o reconvierten el taller y crean otras cosas.
LL: ¿Se abrió algún espacio de diálogo que posibilite frente a esta pandemia alguna alternativa viable?
D: El Gobierno de la Ciudad no respondió ninguna nota, no atendió a nadie, ni delegados ni nadie. Hubo que hacer una olla popular para que el Gobierno de la Ciudad haga una entrega de alimentos de muy mala calidad. La discusión ahora es que algunos opinan que vía Zoom se pueden conseguir cosas y otros dicen que saliendo a la calle. Pienso en la última opción. Hasta ahora, el Gobierno de la Ciudad se comprometió a entregar bolsones de alimentos los días diez de cada mes.
LL: ¿Y qué otras lógicas artesanales existen?
D: No hay unidad entre los trabajadores artesanos. Llevó unos 45 años asumirse como trabajadores y ahora ganó la idea de que somos supuestos “agentes culturales” para el Gobierno. Desde hace unos años nos empezamos a resignificar como trabajadores en el resto del país. Por supuesto que existen otras lógicas, por ejemplo las comunidades originarias trabajan todos en la producción de un sólo tipo de artesanía, esa producción es comprada a $1 por alguien de afuera que las lleva a las ciudades y lo vende a $10. Esa persona no va a facilitar o promover que la comunidad originaria cobre más por su trabajo. Otras lógicas de “artesanías” son ferias pseudo-privadas que organizan asociaciones patricias y que supuestamente le hacen el favor y le compran la producción entera de los artesanos. Después están los que hacen la artesanía “gauchesca”, que tienen una lógica netamente argentinista, hablan de “maestros artesanos”, una figura que se inventaron para poder subrayar el trabajo de unos por sobre otros.
Muy buen resumen de la historia de las ferias artesanales e participado en alguna de las manifestaciones con las banderas de los artesanos y artistas en lucha y se cual es el compromiso y el compañerismo que hay para reconoser que el ser artesano es tener oficio o varios en un mismo trabajo la artesania es cultura es identidad.
Muchas gracias por tu comentario Artesano Siempre. Un oficio que ha sido y es marginado por las distintas políticas e intereses. Adherimos a rescatar a la artesanía como cultura e identidad.