Entrevista a Los Reyes del Falsete
“Volveremos a juntarnos para celebrar la música”
Conversamos con Nica Corley, guitarrista y cantante de Los Reyes del Falsete, una de las mejores bandas de la actualidad. Cómo es crear en pandemia, la suerte de la escena local y el surgimiento de nuevas formas de crear música y recitales
Por Martín Silva
Nica Corley termina su jornada pasadas las 19 horas en una tarde de septiembre de 2020 donde la pandemia del Covid-19 no da tregua y se toma un tiempo para responder cuestiones que son tan actuales como inciertas. Hace más de una década toca las guitarras y canta en un grupo junto a su hermano Tifa Rex y su amigo Juanchi Manchy. Los Reyes del Falsete han hecho su carrera al margen de los formatos tradicionales, incluso para las bandas que salieron de los compartimentos del indie poscromañón. “Definitivamente, no somos para nada fan de las etiquetas”, sentencia, “nos parece que la música y el arte están en la búsqueda de romperlas”.
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La Linterna: ¿Cómo definirías la propuesta de Los Reyes del Falsete?
Nica Corley:Si tuviéramos que elegir, siempre usamos la definición de Santiamor (de Los Perdedores Pop y DChampions) y lo que hacemos es Free Rock porque se nutre de muchas otras músicas, desde la cumbia a la electrónica, pasando por la clásica y cierta improvisación jazzística. En definitiva es la unión de diferentes maneras de entender la música.
LL: ¿La actualidad los encontró con algunos proyectos que debieron postergar, como giras o ediciones?
NC: Este año ya veníamos con la idea de guardarnos un poco y terminar de darle forma a algunas canciones que teníamos en el tintero -por ejemplo “El Guardián”- y editarlas como singles. Justo antes de la cuarentena sacamos un video clip que grabamos hace un tiempo. Si bien nos perjudica el hecho de no poder juntarnos, por suerte nos dio un tiempo para cerrar algunas cosas que solemos abrir y después nos cuesta terminar.
Cuando la pandemia llegó a Argentina, las plataformas de streaming sirvieron de escenario para que los y las artistas pudieran verter su música a través de la virtualidad. Pasaron cientos, tal vez miles de cantantes que ejecutaron los temas con el simple acompañamiento de una guitarra criolla. Así, se destacaron quienes tenían su carrera en formato canción y solista. Ahí fue cuando Los Reyes del Falsete se despacharon con un show que juntó a Nica y Tifa Corley con su hermana Sofía y Juanchy a través de inserts. Juego de cámaras, efectos de sonido e iluminación. Una batería de recursos puestos al servicio de un show que le dio sentido al fin del mundo. Si la pandemia nos lleva, que sea con “Mi chica” sonando por la notebook.
NC: Todo lo que sucedió con El show del fin del mundo se dio de manera espontánea. Era una idea que teníamos hace muchos años, había surgido en broma con la idea del calendario maya y el fin del mundo para 2012. Y este año, cuando nos invitaron a participar de un festival español apenas arrancó la cuarentena, no teníamos ganas de hacer el clásico recital con la guitarra acústica frente a la computadora. Se nos ocurrió hacer este show reversionando las canciones, poniendo varias cámaras, hacer cromas y demás. Somos de dejarnos llevar a ver qué pasa y a mucha gente le gustó y quería tener esas versiones que estaban pensadas para el vivo. Así surgió el primer disco. Después a nosotros nos gustó también. Y fue así que Juanchy desde su casa, Tifa y yo desde otra volvimos a escucharnos desde cierta lejanía, como al principio de la banda. Lo que hacía él era todo una novedad para nosotros y lo mismo del otro lado. Fue mucho descubrimiento y fue muy divertido pero muy natural también.
LL: ¿Las versiones elegidas son en parte la respuesta a los condicionantes actuales o les plantea un camino posible en cuanto a composición?
NC: Las canciones las elegimos de acuerdo a lo que nos parecía que iba a ser más divertido volver a hacerlas. Y la manera de hacerlas sí tiene que ver con estar encerrados, con que en casa tenemos un pequeño estudio hogareño donde producimos nuestros discos. La manera de hacer el set tiene que ver con el estar encerrados y con hacer música a distancia, más desde el lado de la producción.
En medio de la realidad pandémica hay un público ávido de espectáculos en algún formato. Esto exige más a quienes por estar frente a un micrófono parecerían tener la capacidad creativa innata. Y si bien hay quienes pudieron grabar, editar y publicar en plena pandemia, el caso de Nica y sus compañeros es más la excepción que la regla.
LL: ¿Cómo están ustedes en cuanto a banda? ¿Cómo llevan los impedimentos de verse y estar juntos?
NC: Con mi hermano vivimos juntos pero con Juanchy nunca habíamos pasado tanto tiempo sin vernos desde que nos conocimos a los quince años y somos muy pegotes. Somos una banda que tiene más de diez años y hemos pasado de todo, desde que éramos unos púberes que vivíamos con nuestros padres. De alguna manera nos lo tomamos como una distancia natural, como otra de las circunstancias que nos va a presentar la vida. Pero no estamos separados a nivel emocional ni musical porque todo el tiempo nos estamos mandando cositas que grabamos o escuchamos, seguimos muy en contacto. No para juntarnos a zapar pero sí a nivel intelectual y emocional siento que seguimos produciendo ideas. Ahora que ya se flexibilizaron algunas restricciones, nos pudimos ver una o dos veces en el último mes para terminar unas cosas en el estudio. Fue rarísimo vernos con el barbijo, sin abrazarnos pero por lo menos pudimos volver a charlar mirándonos a la cara y eso nos hizo bien, la verdad es que lo necesitábamos un poco.
LL: Hay mucha presión sobre el tiempo “libre”. ¿Cómo te llevás con el tema de la productividad en la pandemia?
NC:No soy de tener mucho tiempo libre, soy un enfermo de hacer todo el tiempo cosas. No me hace bien no tener nada que hacer. Además creo que soy un entusiasta, así que debo admitir que la cuarentena me pegó de manera muy productiva. Ya laburaba en casa, soy postproductor, editor y animador. Aproveché para terminar de manera virtual la última materia de la carrera de Filosofía en la UBA. Y estuvimos produciendo canciones de estos discos que sacamos, terminamos un video y grabamos otro más. Soy de los que me aburro mucho y me gusta lo que hago, mi trabajo, entonces hasta los fines de semana estoy grabando, editando, produciendo algo. Los tiempos libres en estas circunstancias me llevan a lugares oscuros que prefiero evitar haciendo lo que me gusta o huyendo de alguna manera de una realidad que cada vez me resulta más dura y triste. Y que en mi caso, por lo menos y por momentos, logro generar mi propio mundo y mi propia realidad en la que puedo ser un poquito más feliz.
La luz al final del foco
Con mucha ironía, sostienen que les gusta quedar mal con dios y con el diablo, o que escuchar a las bandas legendarias de la zona sur como los propios DChampions y Estupendo les sirvió para darse cuenta lo mala que es la música que ellos mismos hacen. Sin embargo, hay concepto en la propuesta de la banda de Adrogué. Una forma de condensar experiencias y gustos a partir de la canción, y después hay todo un montaje de efectos, cortes, riff y machaques de guitarras que arrancan, cortan en seco, bajan la intensidad de la distorsión y siguen los falsetes. Y cuando la canción se vuelve a adueñar de la situación, otra vez la guitarra de Juanchy empieza el ciclo caótico y creativo. A eso, en alguna teoría de la acción revolucionaria se le llama “caos organizado”.
LL: ¿Se puede pensar en una nueva forma de consumos culturales vinculada a lo virtual y al aislamiento -esta vez voluntario- donde las plataformas se consoliden como escenario central también para los shows y no solo para difusión?
NC: Creo que hay algo en el hacer las cosas a distancia que me parece interesante y hay que investigar, como cualquier medio nuevo de relacionarnos. No sé si se convertirán en el lugar central pero me parece que van a existir, lo mismo que el teletrabajo. Quizá podemos preparar un show que sea presencial y que la gente vaya y que esté bueno. Pero también podemos comenzar a experimentar esto del audiovisual –siempre nos sentimos identificados por la parte audiovisual porque estudié cine, trabajo en medios audiovisuales y lo aplicamos a la banda. Ahí se armó un nuevo lenguaje, un nuevo objeto artístico que me dio la oportunidad de explayarme audiovisualmente de una manera en que antes no había podido quizá porque el centro siempre fue el recital, el show y demás. Y ahora que de repente ya no está eso se abrieron otros caminos. La creatividad no es hacer canciones o hacer letras sino ir resolviendo problemas, ir haciendo lo que uno quiere. Si tiene que ser con tres palitos, nos juntamos a tocar tres palitos y si tenemos guitarras tocamos guitarras. En ese sentido no veo tan claras las diferencias entre las artes y los límites y me parece que éste es un momento más para ser creativos y probar cosas nuevas.
LL: A partir de la pandemia se cerraron lugares que tal vez no vuelvan a abrir. Ya que en Capital se van a concentrar la mayoría de los lugares para tocar, ¿cómo pensás que se va a configurar la escena local en el sur GBA?
NC: No tengo una respuesta. Es muy triste lo que pasa. Ojala que pronto vuelvan a abrir los lugares que están cerrando o que abran otros. Nosotros vivimos lo que paso en Cromañón, por cuestiones diferentes se cerraron muchos lugares y era muy difícil tocar. La única que nos va a quedar a los músicos, públicos y dueños de los lugares es ser creativos. En aquel entonces se empezaron a hacer fiestas en las casas, se empezaron a hacer las cosas de otra manera. En este caso, claramente la solución no pasaría por ahí pero tendremos que encontrar la manera de rearmar la escena con tiempo y con paciencia. Es muy importante que existan los lugares, el circuito de bandas y gente para que se genere una movida. Lo hubo en su momento, ahora estamos en cero pero somos seres resilientes y volveremos a de a poco a tocar y a juntarnos para celebrar la música.
LL: Te gusta indagar sobre las bandas que fueron haciendo un camino y creando las distintas escenas, ¿qué bandas estás escuchando actualmente?
NC: He estado escuchando a Anna Domino, hija de un militar estadounidense, nació en Japón y se fue a vivir a Canadá, así que habla francés, japonés e inglés, una genia total que tiene unos discos hermosos. Estoy escuchando también a Jazmín Esquivel que tiene unas cosas increíbles, soy muy fan de ella. Y a Los Pels. Hay muchas bandas buenas, pero creo que ahora estuve escuchando eso.
“Feel flows” de The Beach Boys.
“Heaven or Las Vegas” de Cocteau Twins.
“Todo lo que hicimos” de Sus Hijas.
“You are my best friend” de Queen.
“This will be our year” de The Zombies.