Uno de los hechos artísticos para destacar del año pasado es el trabajo realizado por el proyecto poetico Inés Purpura y el músico Luis Baumann

Por Martin Silva

Durante la cuarentena profunda, cuando las ciudades parecían cerradas y el aislamiento se erigía como paradigma de nuestras existencias, vio la luz Catástrofe en Plegarías, un trabajo donde InésPurpura y LuisBaumann conjugan música y poesía de manera intercalada, entrelazada y mezclada. Una amalgama, como rezan las estrofas de “Corazón”. Precisamente con este track comienza el disco: “Pienso en lo injusto que soy con mi corazón a veces/ Me preguntaste qué siento en mi corazón/ No respondí, injusto someterlo a semejante cuestionario”.

El envío continúa con “Caballos”, una invitación que desde el más allá le hacen unos caballos verdes a la soledad de la persona. “La muerte me sonríe/ la vi el viernes otra vez, y otra y otra vez”, dice Inés, y continúa con el castigo: “los niños muertos bailan en el jardín/ entre las flores y las serpientes” y se pregunta cómo volver después de eso mientras la instrumentación de Baumann va ganando terreno hasta llegar a “Paraje” (tercer e instrumental corte del disco), donde la composición se vuelve etérea para realizar la transición de la calma a la desolación con sonidos de la cotidianeidad conurbana.

En “Reminiscencias” la dupla logra un clima perfecto para la mediación entre la introspección y el desapego: “Estar tan solo y tan cansado, descansa/ Aferrarse a la primera aparición/ el rincón donde cantan los pájaras, donde juegan las luces/ la luz de tu torso, tus líneas, tus sueños/ donde ocurre el ocaso, donde se instala el alba”.

“Libertad” cierra el trabajo con una contundente línea poética: “Cuando hierve la vida, hierve la libertad/ ¿puedes acaso sentirlo? Yo puedo sentirlo”, dice Inés mientras Baumann lo rodea todo con sus rasguidos de guitarras. Y es el cierre, la culminación de un trabajo que abarca diversos aspectos artísticos para crear uno nuevo en sí mismo. 

Y que es también un recorrido, un viaje -igual que emprendieron las pistas y los recitados- por los parajes del folklore suburbano de Luis Baumann y la poesía introspectiva y enérgica de Inés Púrpura. Una producción que tiene puntos de encuentro entre Ramos Mejía y Los Polvorines: anillos concéntricos que unen la cultura al margen de los grandes centros urbanos y sus estadios, de los grupos editoriales trasnacionales y del under institucionalizado. 

Y que no se detiene aquí. Tal vez haya nuevo material de la dupla durante este año. Eso, para quienes gusten de las producciones artísticas sinceras, es una noticia más que alentadora.

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Ficha Técnica
Grabado: Abril – Mayo de 2020 entre Ramos mejía y Los Polvorines 
Mezclado y Masterizado en Junio 2020 
Escritos y Recitado: Inés Púrpura Música
Sonido Ambiente, Producción, Arte de Tapa: Luis Baumann