Edición independiente en pandemia
“El libro sobrevive a todo”
Para conocer un poco el trasfondo de los libros que salieron al mercado estos meses, el equipo de La Linterna Noticias habló con diferentes editorxs independientes para consultarles cómo lograron planificar el catálogo y distribuir libros en este último tiempo tan caótico para el sector cultural en Argentina
Por Stefania Agoglia
El equipo de La Linterna Noticias habló con representantes de algunas editoriales para consultarles sobre la reorganización que forzó la pandemia en la edición independiente. Sin la presencialidad en los espacios habituales de ventas, hubo que inventar en algunos casos o reforzar en otros, nuevos caminos para llegar a lxs lectorxs. Con la interrupción de las ferias que se mueven por todo el país (el punto fuerte de las ventas de estas editoriales), la pérdida del cara a cara, las presentaciones y eventos culturales, el sector tuvo abrir sus puertas a través de las redes sociales y ventas online. Preguntamos entonces por la planificación dentro de tanta incertidumbre, sobre los planes que deben hacerse para subsistir y cómo seguir adelante con sus proyectos en este nuevo mundo pandémico.
Para poner en contexto la situación de la edición en Argentina de estos últimos dos años, según datos de la Cámara Argentina del Libro, la producción editorial del 2020 mostró un retroceso respecto a 2019. Afectada sobre todo por la situación de pandemia, la caída en la producción de ejemplares de novedades fue de un 30% respecto de 2019. En la página oficial dice que la mayor parte de los socios de la CAL, en su mayoría editoriales PyMES, manifestó que sufrieron caídas tanto en la cantidad de unidades vendidas como en la facturación. En el informe también comentan que durante este período las editoriales tuvieron que producir tiradas más pequeñas, crear catálogos en línea y reforzar los canales de venta digital.
Por su parte, la Unión de Escritoras y Escritores el 23 de abril en conmemoración del día del libro sentenciaba en una publicación: “Nada que celebrar: nuestra industria editorial atraviesa la peor crisis de su historia, y quienes la nutrimos con nuestros textos nos encontramos en absoluta desprotección frente a una situación doblemente difícil como la que enfrentamos.” Dentro de esta crisis a la que se enfrenta el sector hace varios años, la asociación civil reclama el fomento de la edición y la lectura de libros argentinos a precios accesibles y así generar mejores condiciones en el trabajo de escritoras y escritores: “necesitamos una #LeyDelLibroYa que establezca un Instituto Nacional del Libro (INLA), puntapié inicial para recuperar una industria que supo ser un faro en el mundo y forjar reglas claras con un Estado que atienda las necesidades de sus trabajadoras y trabajadores.”
Soledad Blanco editora de Peces de ciudad contó para La Linterna que “la editorial cuenta con un fondo que surge de la venta de libros, es decir la venta de un libro a nosotrxs nos permite editar el siguiente. El año pasado teníamos pautados seis libros de los cuales editamos tres. Este año editaremos los tres que quedaron relegados más cinco nuevos, que hacen un total de ocho títulos.” La primer apuesta de este año salió a inicios del mes de abril, ya disponible en los espacios de venta, Punto de encuentro de Malu Kruk da inicio a este 2021.
LL: ¿Cómo lograste organizar las ventas?
SB: La venta de libros se da en varios frentes: ferias, librerías y web. Las ferias eran la principal fuente de ingresos y la manera de dar a conocer el trabajo de autorxs y editorial cara a cara. A raíz de la pandemia, las ferias se cancelaron y perdimos esa especie de bastión. Si bien algunas se armaron de manera online con buenos resultados (caso FED), nunca llegamos a igualar el volumen de ventas comparado con otros años. Las librerías son un sector que también sufrió como nunca el 2020 y lograron barajar y dar de nuevo para resistir. Referido a la distribución, en 2017 comenzamos la venta en algunas librerías de CABA, y a partir de 2018 formamos junto a la editorial HD de Bahía Blanca, Bisonte Distribuidora, que distribuye y pone en circulación los libros de ambas editoriales. El proyecto busca llegar a todas las provincias y generar una verdadera red federal de distribución y en este tiempo fue de gran ayuda. Al momento tenemos más de 30 puntos de venta y todas las semanas agregamos nuevos para facilitar la llegada de los libros a quienes quieran leerlos y descubrirlos. Para este año queremos sumar más editoriales al proyecto.
Candelaria Ramales una de las editoras de Maldemar conformada también por Florencia Piedrabuena, Mariel Pannunzio y Ana De la Brisa, cuenta que la editorial publicó dos plaquetas de poesía en febrero Necesita calma de Belén Maldonado y Harakiri en prosa de Morgana Streiff. “Para la publicación de los poemarios usamos el presupuesto de algunas ventas que ya teníamos del año pasado.” Y en cuanto a la planificación para estos meses agregó que “ahora estamos tomándonos un tiempo para seguir promoviendo lo que hemos publicado recientemente, esa es la idea. Por otro lado, dado que una de las compañeras de la editorial está en Barcelona y yo en México, estamos viendo la posibilidad que nuestras plaquetas puedan circular en cada lugar donde residimos.”
Sebastián Realini editor de Añosluz Editora junto con Juan Alberto Crasci y Joel Vargas, comentó que los títulos que vienen saliendo en lo que va de este 2021 fueron programados desde el año pasado. “Al principio fue muy desalentador el encierro porque estaba la incertidumbre de no tener la posibilidad de exhibir y salir de feria con nuestros libros; los puntos de ventas más importantes y donde ponemos el grueso de nuestras novedades están destinados a las dos ferias más grandes: la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y la Feria de Editores. Sin estos eventos se pierde difusión también en las ferias y festivales de las provincias. Luego, estuvo el cierre que tuvieron las librerías por un tiempo; en fin, seguimos adelante habiendo publicado en 2020 un total de once libros, entre papel y digital”
LL: ¿Cómo se organizan para las publicaciones de este año?
SR: Los primeros títulos del 2021, Trilogía del dolor e Imposible salir de la tierra vienen teniendo muy buena repercusión en comentarios y ventas, son la punta del ovillo de todo lo que tenemos preparado para este año y lo que está por llegar. Entre algunas de las traducciones que van a salir está la autora Marente de Moor y el poeta Gherasim Luca, y en las publicaciones nacionales la novela Mal trato de Guillermo Ferreyro. Entre tanto caos seguimos encontrando diferentes maneras de llegar a nuestros lectores y lectoras, ya sea vía streaming por Instagram, con nuestro Newsletter, armando antologías de descarga gratuita para cuando hemos estado aislados, o con la comunicación diaria a través de nuestras redes. También con la inclusión del catálogo digitalizado en las plataformas de Bajalibros y de Bookmate, o con la creación de una colección exclusivamente digital con libros que incluyen ensayo, crónicas y demás: la Biblioteca digital Tekhné. Pero sobre todo seguimos haciendo libros con nuestra propia visión de la literatura y la poesía, dando a conocer primeras obras y autores/as que consideremos vale la pena comprar, leer, compartir, difundir.
Francisca Mauas editora de Azul Francia contó que “en principio fue difícil readaptarse, pero con un poco de creatividad logramos salir a flote. Creo que, como directora de una editorial “boutique”, no fue tan terrible. Incluso hubo un momento de encierro en el que los lectores parecían multiplicarse. Quizás las editoriales grandes tengan más que perder. Hubo que pensar nuevas formas, pero no puedo quejarme.” En cuanto a la perspectiva para este año agregó que será un poco parecido al anterior pero con la experiencia de lo ya vivido. “El libro evidentemente sobrevive a todo y si sigue en pie es porque puede con todo.” Para salir a la batalla del 2021 la editorial arrancó el año con Ciervo de Diego Pedersen y Constancia para transgredir de Marcelo Schapces en poesía, las novelas El sonido de las cosas de Gonzalo Santos y Solamente muero los domingos de Silvia Renée Arias, y el libro de cuentos El hábito del tiempo de Giselle Aronson.
LL: ¿Cómo te reorganizaste con las ventas sin los lugares habituales de encuentro con el público?
FM: Las editoriales chicas dependemos mucho de las presentaciones porque es una buena ocasión de ventas, y no poder hacerlas fue un desafío. Inventamos nuevas formas de envío, presentaciones virtuales, facilidades para hacer llegar los libros a los lectores, etc. En el 2020 nos dedicamos más que nada a la venta online pero este año volvimos a distribuir en librerías. También decidimos largar la venta de ebooks.”
Denis Fernández editor de Marciana, junto con la reciente incorporación al equipo de Manuel Álvarez, cuenta que “paradójicamente la planificación la hicimos sin poner el foco al cien por ciento sobre el contexto tan caótico. Decidimos concentramos en alimentar y hacer crecer el sello como una forma de resistencia, no solo a la pandemia, sino también al contexto crítico que sufre el sector. Fueron muchos meses de planificación, toma de decisiones económicas y estratégicas, armar un catálogo sobrio, de calidad narrativa y estética, que respondiera a nuestros intereses literarios. Las políticas públicas dirigidas hacia el sector son escasas y la única manera de seguir vivos como proyecto cultural es mirar hacia adelante y no frenar la maquinaria.”
LL: ¿Cómo tuvieron que reorganizar los canales de ventas?
DF: Al principio de la cuarentena argentina, nos asustamos un poco porque no sabíamos de qué manera íbamos a poder vender nuestros libros. Pero poco a poco los canales de venta tradicionales se mantuvieron y pudimos hacer frente a todos los problemas. Con el tiempo aparecieron decenas de librerías virtuales y los puntos de venta se expandieron. Eso nos dio todavía más fuerza para creer que un proyecto literario podría sobrevivir a pesar de la crisis económica y social que vive nuestro país. Fue así que durante los primeros meses de aislamiento editamos dos libros muy importantes para nosotros: Tierra fresca de su tumba, de la autora boliviana Giovanna Rivero, y El Palacio, la vuelta a la publicación en Argentina del mexicano Mario Bellatin.
En cuanto a los planes para este año, Denis adelanta que desde este mes ya está en librerías Acá empieza a deshacerse el cielo, la segunda novela de Lucila Grossman. “Además, firmamos contratos con dos autoras que admiramos muchísimo. Una de ellas es la actriz y docente Susana Pampín. Su libro, llamado Arroyo, saldrá entre agosto y septiembre. Y la tercera autora del año la anunciaremos en los próximos meses. El objetivo era publicar tres libros durante el 2021 y creo que vamos a lograrlo.”
Estas son algunas de las experiencias dentro de la edición independiente en Buenos Aires, no nos olvidemos que a varios kilómetros de las luces brillantes de capital, en todo el país siguen resistiendo otras editoriales. Más allá de las políticas de Estado, nosotrxs como lectorxs podemos sumarnos desde nuestro lugar apoyando estos proyectos. Comprar libros, regalarlos, compartir publicaciones sobre las lecturas que hacemos, seguir en redes a las editoriales, a las escritoras y escritores, estar atentxs a lo que están haciendo, aunque parezcan pequeñas acciones todas juntas hacen la diferencia. Como dice Galeano en su libro Patas arriba, “en lengua castellana decimos, cuando se nos ocurre decir que tenemos esperanzas: abrigamos esperanzas. Linda expresión, lindo desafío: abrigarla, para que ella no se nos muera de frío en estas implacables intemperies de los tiempos que corren.”