Entrega XLI Diario de la Pandemia (Última Fase)

Por Efraín Bucler

Dia 240 –  Lunes 9 de Noviembre

Llego al trabajo con bastante anticipación y los demás compañeros lo empiezan a hacer cuando ya estoy terminando de desayunar.

Adrián aparece con una noticia que le pasó un delegado del Ministerio de Salud. Parece que van a suspender la emergencia sanitaria y que por fin vamos a poder tomarnos las licencias y los francos. Y, calcula él, con esto se terminan los dos días de rotación. Nos quedamos en silencio un rato, pensando cada uno en lo suyo. Por mi parte, me ilusiono con las semanas de vacaciones en casa y con volver a ver a los otros compañeros que están de licencia por factor de riesgo, como el Doc. Socolovsky.

Pasa la jornada completa de trabajo y no hay ningún llamado ni noticias de lo que va a pasar de ahora en más. Solo trabajo y más trabajo pendiente. Vuelvo a casa por la autopista, escuchando música en el auto, con calma y tarareando algún que otro tema. Como cuando el virus no existía en el mundo.

Bajo el volumen y, mientras espero que suban la barrera del peaje de Hudson, me quedo mirando una ambulancia del SAME Provincia que pasa a un costado, con las luces y la sirena prendidas.

Escucho: “Fukushima” de Triángulo de Amor Bizarro.

Dia 241 – Martes 10 de noviembre

“Disfruta de tu última rotación”, dice el mensaje de Whatsapp que leo al despertarme. Son las nueve de la mañana y por lo visto hay novedades en el trabajo. Pero me niego a seguir el ritmo de la administración pública y dejo el celular en la mesa de luz, silenciado y con pantalla para abajo.

Cuando me levanto empiezo la ronda de consultas a mis compañeros y me entero que a partir del lunes próximo se terminan las rotaciones: chau a los dos días extras de descanso. Según Jorgito en la mayoría de los hospitales ya están laburando con todo el personal disponible. Por un lado me parece bien, como una especie de buena señal. Por el otro, dos días menos en casa es mucho que perder…

Escucho: “The Bitter End” de Placebo.

Día 242 – Miércoles 11 de noviembre

Me levanto un poco más tarde que de costumbre y trato de acomodar las cosas en mi cabeza. 

Último día de rotación, ultima jornada arrancada a la pandemia y al gobierno. El trabajo que hicimos hasta ahora, en pleno virus y con personal reducido fue demasiado si tenemos en cuenta la contraprestación que nos dieron los gobiernos a cambio de los riesgos y la sensación de incertidumbre permanente.

Prendo la tele y al mismo tiempo que anuncian el éxito en los ensayos de la vacuna AstraZeneca, cuentan que Italia entra en colapso sanitario: 25mil contagios diarios.

Y no sé si aliviarme o preocuparme por lo que viene.

Escucho: “Cause = Time” de Broken Social Scene.

Día 243 – Jueves 12 de noviembre

Salgo para trabajar luego de mi último descanso adicional. La autopista está apenas más cargada que otros días. Ya me avisaron que tengo que ir solo al Hospital de Quemados porque el Viejo y Jorgito se quedan a una reunión de delegados que es por zoom, como todo lo que organiza el sindicato en esta vida pandémica.

Termino mi desayuno y me subo a la camioneta. Viajo casi en silencio hasta el hospital. El chofer me avisa que tiene unas diligencias y me pide que le mande un mensaje cuando esté terminando así me pasa a buscar. 

Cuando entro al hospital un encargado de mantenimiento me lleva hasta la Sala de Rayos y me indica un teléfono interno para que lo llame por cualquier cosa que precise. Hoy todos me dejan a un lado, pienso.

Escucho: “Stay Away” de Nirvana.

Día 244 – Viernes 13 de noviembre

Todo pasa muy rápido, al menos eso me parece. Desayuno con mis compañeros que se la pasan lamentando por la reunión de ayer. Por lo que cuentan, parece que el gremio está muy contento con el fin de la DISPO y también con el salario porque todo se redujo a hablar mal de la oposición política y la oposición sindical.

Yo los miro desde la distancia. Tengo que ir a renovar un préstamo en el banco y si tuviéramos un salario más o menos digno podríamos vivir sin recurrir la especulación de los bancos.

Ya camino a casa escucho que el ministro de economía se niega a la ayuda social porque “no es tiempo para IFE”, y puteo.

Escucho: “Easy Money” de Johnny Marr. 


Día 245 – Sábado 14 de noviembre

Día nublado y por momentos cae esa garua molesta que me pega en la cara mientras camino hasta el cajero a sacar algo de la plata y pagar las deudas con otra deuda.

Ya es sábado por la noche y no quiero arruinarlo. Pero lo mejor es dejar a un lado las cuentas, cuotas y pagos, pienso, y me dejo llevar por el ritmo de la canción que suena mientras me preparo para disfrutar de una comida preparada para la ocasión: sobre la mesa hay dos copas, una botella que espera ser destapada y un pequeño florero con un jazmín reluciente.

Escucho: “Ceremony” de New Order.

Día 246 – Domingo 15 de noviembre

Salto de la cama porque escucho un estruendo. Miro alrededor y la pieza está en orden. De afuera se filtran hilos de luz por el postigo de la ventana. Me quedo un rato con los ojos abiertos mirando para todos los rincones sin saber qué día es. ¿Jueves, sábado, lunes?

Un pensamiento me aclara un poco todo: es domingo y entonces es 15, pienso e intento volver a dormir pero el estruendo se repite y me levanto. Me asomo a la ventana y veo un auto viejo con el escape chorreando chispas en el asfalto que sigue su camino viboreando y a los saltos con cada estruendo.

Escucho: “My favourite game” de The Cardigans.

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