Desestructura Creativa Postales virtuales

¿Es Spotify la única red social que cuenta nuestra verdad? Este relato de Agustina Rabus sienta una posición al respecto y nos propone leernos en clave de canciones y playlists.

Llueve, trato de escribir, pongo música y ahí está Pedro. Lo veo online, escuchando Fito Paéz otra vez y me doy cuenta de por qué no estamos juntos, hasta su energía virtual me repele. Hoy no es un buen día para chatear con él, preguntarle nada, ni hablar de nosotros, estamos desconectados.

Ayer estaba garchando con su nueva novia, lo sé porque escuchó Zero 7 y a él le gusta coger y fumar escuchándolos. También lo sé porque horas antes sonó Incubus y esa banda no le gusta, así que debe gustarle a ella. Sé que es su novia, porque dejar que otro musicalice el momento es su gesto más grande de amor.

Mientras pasan los temas, veo su alma, sé perfectamente que fragmento lo angustia y cual lo eleva. Sé de qué frases se apropió y en qué melodía su cuerpo baila solo. 

Aunque publique una foto sonriente en Facebook o una selfie con su perro oloroso pero bañado para la ocasión en Instagram, sé que hoy no tiene un buen día. Definitivamente no, si se sintiera tan feliz no hubiese puesto su lista de reggae, que la usa para cambiar el humor y forzar la alegría; se bancaría esta mañana de lluvia escuchando Spinetta, pero no…con el nudo en la garganta es imposible escuchar ese falsete que llega a lo más profundo del ser. 


Sé que está melancólico y a mí no puede mentirme porque los dos sentimos lo mismo la noche que escuchamos esa canción triste de Placebo. Y aunque absolutamente todo cambie, tenga otra novia, tengamos hijos con otras personas y no nos veamos nunca más, cada vez que suena esa canción puedo ver sus ojos y sentir su presencia, como si fuera un portal atemporal que nos teletransporta a donde estuvimos alguna vez.

Por Agustina Rabus

1 comentario sobre “Desestructura Creativa
Postales virtuales

Deje su comentario

No se publicará su e-mail. Los campos obligatorios están marcados con un *.