Razón y Evolución Bad Religion y las referencias científicas (Parte I)

Cuando parecía que en el punk no había nada más para mostrar apareció una banda llamada Bad Religion con dos aportes hasta entonces inesperados: melodías y ciencia. Haremos, entonces, un primer recorrido por el disruptivo aporte científico de la banda en su extensa trayectoria

Por Javier Becerra


“Necesitamos la razón para aumentar nuestro conocimiento” (John Locke en “Ensayo sobre el entendimiento Humano”, 1689)

      “La ciencia del hombre es la medida de su potencia, porque ignorar la causa es no poder producir el efecto” (Francis Bacon en “Novum Organum”, 1620)


Vivimos tiempos en que cierto “malestar en la cultura” ha puesto de moda la desconfianza en la ciencia como una fuerza estructurante en nuestra sociedad. Hasta las vacunas parecen despertar sospechas y se habla de la existencia de un “complot mundial” para imponernos los caprichos y la manipulación de los hombres de ciencia. Pueden incluso cerrarse áreas estratégicas de la investigación científica que hacen al bienestar general de la sociedad sin que ésta reaccione en su defensa o se percate de ello. Un oscurantismo de distinto signo y origen aparece entonces en escena ganando un lugar importante hasta en los sectores urbanos antes ilustrados y más bien adherentes al conocimiento científico y tecnológico. Las “fuerzas telúricas” son encaminadas desde diversos lugares. Ya no son solo las religiones de origen judeo cristiano las que aprovechan esta nueva oportunidad, sino que también las tradiciones milenarias de Oriente y de la propia América han ganado influencia a partir de la llamada batalla cultural del progresismo reforzándose ahora de la mano de las denominadas nuevas derechas. Terraplanistas y chamanes de todo tipo parecen fundidos en una misma cruzada: poner a la ciencia de rodillas, al menos ante el público lego. La escuela pública, antiguo bastión de la educación laica y científica, hoy es un reducto en el que las explicaciones creacionistas y los mitos originarios sobre los principios de la Humanidad son colocados a la misma altura que las explicaciones científicas. Lo raro en todo esto es que ni siquiera se puede argumentar la presión clerical ni ningún lobby étnico para este estado de cosas.

La persistencia de Bad Religion en este contexto oscurantista que, aclaramos, es un fenómeno internacional, es una bocanada de aire fresco. Merece entonces ponerse en valor el esfuerzo encomiable en el desarrollo de la divulgación científica a través del punk rock, es especial cuando la trayectoria y la calidad artística de la banda parece no haber sido recompensada con una mayor popularidad, incluso entre los cultores del género que han optado por expresiones un tanto más tribales -y triviales- del mismo. 

Si bien el cancionero de Bad Religion no está exclusivamente referido a la ciencia (existe una extensa obra referida también a la literatura, la política, el cine y un cúmulo de cosas aún sin abordar), ese segmento en especial tiene un protagonista: el Señor Greg Graffin (aunque, como veremos, sus compañeros también abordaron la cuestión). Revisaremos entonces algunos conceptos de Graffin sobre la relación de ciencia y punk como introducción.


Bad Religion Greg Graffin
Greg Graffin, científico y vocalista de Bad Religion

Greg Graffin es paleontólogo y biólogo evolutivo. En varias entrevistas que pueden hallarse fácilmente en la web ha sabido explicar que la ciencia y el punk se asemejan en la necesidad de desafiar la autoridad y los dogmas. Ambos espacios son entendidos como procesos de descubrimiento colectivo, de observación, de experimentación y de verificación de afirmaciones que pueden ser falsas. Claramente Graffin aplica el método científico a la composición y a su propia concepción del punk.

Siendo un biólogo evolutivo, Greg cuestiona la rigidez de los dogmas aún en su propio campo de estudio. “¿Cómo hablar de selección natural sin implicar la rigidez de la Ley?”, declaraba para la revista Scientific American en septiembre de 2010, explicando que “la usamos casi como un dios, de hecho podríamos sustituir la ‘selección natural’ por ‘dios’ y muchos escritos evolucionistas parecerían textos teológicos. Tenemos que dejar de esperar comportamientos legales y aceptar la posibilidad de la sorpresa”. A esto último Graffin lo denomina como la “exuberancia anárquica de la vida”.

El cuestionamiento de la doctrina para progresar está siempre presente en Bad Religion y es posiblemente en ese cuestionamiento doctrinario que muchos correligionarios consideren que la banda viole el “deber ser” de un “buen punk”. A partir de estos principios, Bad Religion puede ser una banda que genere incomodidad en propios y extraños. Interrogado Graffin sobre la aparente contradicción (principalmente para un punk) entre cuestionar la autoridad y transformarse en una autoridad, respondía que “No hay nada de malo en ser el tipo correcto de autoridad, alguien que está dispuesto a tirar todo por la borda en un abrir y cerrar de ojos, incluso si eso implica descartar el trabajo de toda una vida, porque se hizo un nuevo descubrimiento. Ese es el mejor tipo de autoridad. El peor tipo de autoridad es un autócrata mal informado al estilo José Stalin”.

Para cerrar la idea, tenemos una última observación del encargado de la voz en el grupo: “No importa donde mires nuestra historia. El enfoque ha sido siempre tratar de inculcar algunas de estas realidades inquietantes sobre el mundo, algunas de las implicancias sobre la evolución en un formato artístico que pueda ser interpretado por personas que tal vez nunca estudien la evolución. Ese es mi objetivo: lograr que las personas puedan tener motivación o interés en la ciencia y logren reconocer los diferentes hechos sobre su mundo natural”.


Melodías y ciencia en Bad Religion

En esta primera entrega, analizamos cinco canciones emblemáticas que dan cuenta de la relación simbiótica entre las melodías de Bad Religion y la ciencia.


➧ “Delirium of Disorder” (LP Suffer)

Excelente canción para arrancar con esta saga. “Delirium of Disorder” está en buena parte inspirada en la novela “Trópico de Cáncer” de Henry Miller de 1934. Varias partes de la letra han sido transcritas directamente de esa obra. Sin embargo, la parte literaria está matizada con elementos científicos que serán recurrentes al menos en los dos álbumes siguientes a Suffer, al que pertenece “Delirium of Disorder”. La canción fue compuesta por Brett Gurewitz y Greg Graffin. Según el propio Gurewitz “es una especie de canción poética y en prosa. Se supone que debe provocar un sentimiento, el sentimiento de un orden que surge del caos, un orden que se disuelve en el caos, y el caos transformándose en orden”. La letra plantea:

“La vida es un tamiz a través del cual
la tensión de mi anarquía se libera convirtiéndose en obras.
El caos es la partitura en la que se inscribe la realidad,
la horda giroscópica atemporal y arremolinada.

Solo soy un átomo en un mar de ectoplasma sin dirección ni razón de ser.
La nebulosa anecoica que gira en mi cerebro
me está persuadiendo de que, afligido, aún persista”. 

Más allá del uso de cierta terminología (como anecoico o giroscópico), el eje está en el caos y su teoría. La teoría del caos, tanto en física, química, biología e incluso la economía, aborda sistemas complejos y dinámicos que no son lineales y que suelen ser sensibles a las variaciones que tiendan a modificar sus condiciones originales. Pequeños cambios pueden modificar así un comportamiento futuro impidiendo prever lo que pueda ocurrir con ese sistema a largo plazo. De todos modos, prevalece finalmente en la teoría una conclusión determinista, a pesar del peso que tiene en ella lo azaroso. 

La teoría del caos intenta dar explicación al funcionamiento de ciertos sistemas que en apariencia son caóticos o casuales. Generalmente el caos está asociado al desorden, a la confusión, a la casualidad o a la accidentalidad. Sin embargo, existen procesos caóticos que contienen, en sentido científico, leyes internas que implican causas deterministas. Existe en la letra de “Delirium of Disorder”, en definitiva, un intento por presentar una relación dialéctica entre la casualidad y la causalidad, entre el caos y el orden. Como señalaba Gurewitz: en el caos se teje la realidad, de la tensión de la anarquía surgen obras. “Un átomo en un mar de ectoplasma sin dirección ni razón de ser” es persuadido por la propia conciencia humana de persistir aún en estado de aflicción. Lo anecoico, aquello que bloquea el ingreso de la contaminación sonora o ultramagnética, hace de la mente una cámara aséptica que permite al individuo prevalecer con tenacidad en su camino en medio del caos, aún cuando el desorden o incluso las tendencias deterministas en lo social intentan arrastrarlo en otra dirección. 

Cuando un bloque de metal es magnetizado ingresa en “estado ordenado” para pasar a un estado de caos donde de inmediato cada partícula apunta hacia el mismo lado, cada partícula de metal toma la misma “decisión”. Por su puesto, en el caso de la canción, interviene la especie humana. El ser humano, como átomo de la sociedad puede tomar decisiones que no están fijadas por ningún determinismo, aunque también como en la física o en la química existen energías y fuerzas que se concentran o se disipan. Existe en todo esto una gran tensión entre dos cambios irreversibles promovidos por esas mismas fluctuaciones de energías: por un lado, la evolución y por el otro la degradación y la muerte. Dos temáticas presentes en la obra de Bad Religion desde el punto de vista de la ciencia (aunque también desde el aporte de la literatura) aplicados tanto a lo estrictamente biológico de la condición humana como a lo social, algo que iremos viendo en el análisis de próximas canciones. 



➧ “Part IV (The Index Fossil)” (LP Suffer)

Las canciones Part III, Part II (The Numbers Game) y Part IV (The Index Fossil) forman entre ellas un todo. Part III se encuentra en el primer álbum de Bad Religion (How Could Hell Be Any Worse?) mientras que Part II y Part IV se encuentran en Suffer. Part III es una descripción genérica, e incluso un tanto ingenua, de un posible apocalipsis atómico promovido por las guerras que nos llevarían al exterminio de la especie humana. Part II es más específica, metiéndose directamente en las responsabilidades de los Estados Unidos y sus gobiernos como promotores de los episodios narrados en Part III. Part IV, finalmente, nos introduce en el día después del fin de la especie. 

Greg Graffin comentó en The Bad Religion Page sobre Part IV: “Un fósil índex es una especie extinta que duró solo unos pocos millones de años. Éste es un período de tiempo muy breve según los estándares de la mayoría de las especies. Son muy útiles para los geólogos porque no importa en que lugar de la tierra uno esté buscando. Si encuentras una especie que sea fósil índex conocida, entonces se conoce de inmediato la edad de la roca circundante. La Humanidad sería un fósil índex perfecto porque solo hemos existido durante unos 2 millones de años. Aún podríamos subsistir unos cientos de miles de años más y seguir siendo considerados un gran fósil índice”. La canción nos dice:

“Estamos bien extendidos y bien alimentados,
el destino de la Tierra está en nuestra cabeza.
Somos dominantes e importantes
y nuestro dios es omnipotente.

La inmortalidad esta en nuestro cerebro
y destruimos todo lo que encontramos,
y mañana cuando el reloj humano se detenga y el mundo deje de girar,
seremos un fósil índice enterrado en nuestras propias ruinas.
Somos apáticos y promiscuos
Y la vida para nosotros es incierta”.

Índice fósil

Un índice fósil o fósil guía es un resto paleontológico cuya presencia sirve para precisar la unidad estratigráfica en la que se encuentra. Esto es así porque son partes o restos de una determinada era de la historia geológica. Es un concepto implementado en el Siglo XIX. 

Para que un fósil se transforme en un índice fósil debe reunir varias características: debe ser de fácil identificación, tener una extensa distribución geográfica, ser abundante, corresponderse con una especie que haya experimentado una evolución rápida y haber existido durante un periodo corto. Los mejores índices fósiles son hasta el momento las especies con hábitos pelágicos (que habitan los fondos oceánicos o muy alejadas de las costas) como el plancton flotante o el necton nadador. Otros ejemplos son los braquiópodos paleozoicos usados para definir los biomas del devónico inferior, los graptolitos para el silúrico superior y los mamíferos équidos y los micromamíferos para el cenozoico.

La especie humana, como establece la canción y la explicación de Greg Graffin, podría ser un gran índice fósil. Una visión negativa de la evolución de nuestra especie es la que queda plasmada en este caso en donde nos transformaríamos en un excelente yacimiento paleontológico producto de nuestra propia irracionalidad.



➧ “Big Bang” (LP No Control)

Big Bang surge de la lectura temprana del en aquel momento recién lanzado libro de Stephen Hawking Una breve historia del Tiempo (Del Big Bang a lo agujeros negros).  

Apelamos nuevamente en este caso a la explicación de los protagonistas. Bret Gurewitz decía en una entrevista a Roger Veltura de 1996 que “Big Bang trata sobre la posibilidad de la existencia de un universo cerrado. Pero es una metáfora. ‘Big Bang, Big Crunch ¿No sabes que no hay almuerzo gratis?’ significa que existe la posibilidad de que el universo explote o implosione para siempre. Que no haya almuerzo gratis significa que no hay energía libre en el universo en absoluto. Estoy usando a la población y el espacio para respirar como metáfora de la idea de ‘¿es un universo abierto o cerrado?’. La principal implicancia de esta pregunta es que si existe un universo cerrado ciertamente cuando el universo se contraiga y el tiempo retroceda y se caliente hasta un solo punto, la vida ciertamente va a morir”. 

“Esta no es una nueva moda
 o una nueva tendencia de plástico,
 todo el mundo está buscando algo
 pero mientras tanto vamos a fingir.
 Tengo este presentimiento
 y no sé lo que es,
 esta habitación está abarrotada
 y necesito aire para respirar.
 Big Bang, Big Crunch
 sabes que no hay almuerzo gratis,
 arrodíllate a orar 
 aquí viene el día del juicio.
 … no queda espacio en el cielo
 y no hay lugar en el infierno”.

La teoría del Big Bang nos plantea que el universo surgió hace unos 15.000 millones de años y que antes de la existencia del universo no existía ni la materia, ni el espacio, ni el tiempo. Toda la materia del universo estaba concentrada en un punto único llamado por los adherentes de la teoría como singularidad o huevo cósmico. El punto único explotó con tal fuerza que instantáneamente llenó todo el universo que desde aquel momento sigue expandiéndose. La teoría del Big Crunch, por su parte, expone que llegará el momento en que la gravedad detendrá la expansión del universo, momento a partir del que devendrá un colapso sobre el propio universo llevando todo a un “gran crujido” en el que las cosas volverán a su punto de origen, de vuelta al huevo cósmico. En la década de 1970, Stephen Hawking comenzó a llamar la atención sobre nuevos debates de la cosmología, señalando que la teoría general de la relatividad implicaba que el universo tenía que tener un comienzo y, posiblemente, un final. La obra de 1989 reinterpretada por Bad Religion dió gran popularidad a sus postulados, entre ellos la posible evaporación de los agujeros negros mediante la fuga de partículas subatómicas. Hawking buscó demostrar que la teoría general de la relatividad de Albert Einstein implicaba que el espacio y el tiempo tienen un principio en el Big Bang y un fin dentro de los agujeros negros, lo que lo llevó a establecer una fusión entre la teoría de la relatividad y teoría cuántica. Planteó que los agujeros negros podian evaporarse y desaparecer mediante la emisión de radiación. Propuso 4 leyes de la termodinámica de los agujeros negros por medio de otra analogía, esta vez con la termodinámica (tema sobre el que mas adelante volverá la banda de California). Calculó así que los agujeros negros crean partículas subatómicas hasta que gastan finalmente toda su energía y se evaporan.


Libro de Stephen Hawking

La duda expresada por Gurewitz en la entrevista citada sobre si el universo se expande o se contrae, no es menor. Las teorías del Big Bang y la del Big Crunch pueden ser vistas como sucedáneos científicos del Creacionismo, del Alpha y el Omega, de un principio y un final de origen divino. Las dudas y los interrogantes sobre ambas teorías pueden ser profundas y casi interminables, del mismo modo que las generadas por el creacionismo. El misticismo muchas veces también rodea a la ciencia. 

Si el tiempo nace con el Big Bang ¿que había antes? Tiempo y espacio son el modo de existencia de la materia; si no había tiempo, espacio ni materia, ¿qué había? Energía dicen algunos, pero la misma ciencia (Einstein) ha demostrado que la energía es otra manifestación de la materia. ¿Cómo es posible pasar de la nada a algo? Estas dudas y discusiones, que claramente partían de la observación y de las inquietudes promovidas por la realidad social (pero elevadas a un nivel nunca registrado en el punk rock) tendrían su continuidad en otras canciones del mismo álbum.



➧ “No Control” (LP No Control)

En la revista Thrasher (N°10, 1990) Graffin vertió algunas consideraciones sobre esta canción: “Simplemente implica que debes ser muy consciente sobre las cosas que no tienen control. Particularmente en el segundo verso cuando habla de ‘La historia y el futuro son el consuelo de nuestra curiosidad’. Eso implica esfuerzos que pueden enriquecer tu vida si los estudias, pero siempre estarás atrapado aquí en el presente. Sobre la línea ‘Si viniste a conquistar, serás rey por un día, pero también te deteriorarás y rápidamente te desvanecerás’. Todos parecen esforzarse por ser poderosos y mejores que los demás. ¿A quién le importa si llegas tan alto o tan lejos? Eso sólo será por un momento y luego serás igual a todos los demás, estarás muerto”.  En otro medio (Voz Suburbana N°31, 1991) Greg agregaba en relación al mismo tema: “… aquí hay algo muy profundo e inherente que no entendemos acerca de nuestra biología y nuestra cultura que nos impulsa a ese rumbo en que nos dirigimos”.

“La cultura es la semilla de la proliferación,
pero se ha fundido en un todo inarmónico.
La conciencia nos ha plagado y no podemos sacudirla,
aunque creemos que tenemos el control.
Las preguntas que nos hacemos en nuestras vidas son testimonio de nuestra impotencia.
No hay vestigio de un comienzo, no hay perspectiva de un final.
Cuando todos nos desintegremos, todo volverá a suceder.
La Historia y el futuro son comodidades de nuestra curiosidad, pero aquí estamos, arraigados en el presente”.

“No Control”, a simple vista, pareciera una de esas típicas canciones que abordan el trillado argumento noventista de vivir “aquí y ahora”, sin caer en preocupaciones referidas al pasado o al futuro y mucho menos a las referidas a la expansión o contracción del Universo. Sin embargo, hay una línea en la canción que es la que le da su verdadero norte y que nos permite resignificar por completo su significado en toda su complejidad: “No hay vestigios de un comienzo, no hay perspectiva de un final”. Esta frase, tomada textual en “No Control” fue acuñada por James Hutton en un documento presentado a la Sociedad Real de Edimburgo en 1788. Hutton fue un médico, granjero, químico y geólogo escocés del Siglo XVIII considerado el padre de la geología moderna gracias a su descubrimiento del tiempo geológico (al que él llamaba “tiempo profundo”) y a su teoría plutonista sobre el origen de las rocas. 


James Hutton, padre de la geología moderna

Hasta Hutton se consideraba que la edad de la Tierra era de unos pocos miles de años partiendo del relato bíblico, y que las rocas tenían su origen por disolución (neptunismo). Su actividad como granjero lo llevó a obsesionarse con cada piedra que se encontraba entendiendo que tenían su origen en restos de vegetales y animales como así también de otros minerales. Acuñó la frase “el presente es la clave del pasado. Lo que sucede ahora en la Tierra es la clave para entender lo acontecido en el pasado”. Es inevitable aquí no remitirnos a las líneas de “No Control” que dicen “La historia y el futuro son comodidades de nuestra curiosidad, pero aquí estamos, arraigados en el presente”.

Hutton descubrió el origen marino y en distintas épocas de las rocas que componen la tierra emergida. Esta teoría contrastaba con la teoría catastrofista, predominante en aquel momento, que negaba cualquier tipo de evolución lenta y gradual de la tierra (volveremos sobre la teoría catastrofista en otra entrega analizando “Modern Day Catastrophist”). Para el escocés era el calor del interior de la Tierra el que generaba la creación de nuevas rocas (la tierra es erosionada por el aire y el agua depositando capas de sedimentos en el mar que luego el calor consolida formando nuevas rocas para luego ser elevadas lentamente como tierras emergidas). Nació así su teoría del tiempo profundo o tiempo geológico. Para Hutton la tierra debía tener muchos más años de los que sostenían la Biblia y los catastrofistas. Si los movimientos de la tierra era tan graduales e imperceptibles, la Tierra debía haber tardado millones de años en su formación. No se podía haber creado de manera abrupta por medio de catástrofes. Hutton había sentado las bases de la teoría de las placas tectónicas y del origen radiactivo del calor interior de la Tierra.

“No Control” lejos de ser una canción referida al vivir el día sin que importe nada más, es una reflexión sobre cómo la historia y el futuro deben ser pensados con las claves y las pistas ofrecidas en el presente. Tampoco nos presenta una catástrofe final que podría acabar con todo, sino un volver a comenzar permanente. Son las bases de la biología y de la geología las que se nos presentan como hoja de ruta para interpretar el devenir de la Humanidad. Un devenir en el que como individuos aislados no podemos controlar.



➧ “The World Won’t Stop” (LP No Control)

La finitud de nuestra existencia y de nuestra propia trascendencia se demuestra ante un mundo que sigue su camino tanto en términos sociales como en los términos regidos por las leyes de la naturaleza. La letra es de Graffin y nos dice:

“Debes dejar tu pequeña forma 
y unirte al show de los fenómenos
ahora que tu camino fue pavimentado desde la concepción hasta la tumba.
Muchas grandes cosas que hacer,
prácticas de otros que evitar.
Ser mejor que tú es algo imposible de lograr,
pero el mundo no se detendrá sin ti.

Tus logros son insuperables,
eres una masa sumamente ordenada
pero puedes apostar tu trasero que tu energía se disipará.
Dos millones de años hasta ahora
y, señor, aquí estás.
Eres un elemento en un mar de compuestos entálpicos.
 
Eres tan elegante como tus acciones te lo permiten ser.
Un pedazo de caos relacionado filogenéticamente.
Para cada sistema orgánico somos hermanos 
¿No lo ves?
La Tierra rota y lo hará constantemente sin ti".

La canción es un pellizco de la ciencia para despertarnos de cualquier sueño individualista y narcisista. Solo somos “un mar de compuestos entálpicos”, “un pedazo de caos relacionado filogenéticamente” cuya energía, finalmente, se disipará. El devenir del tiempo, de la Historia y de la Naturaleza nos pasarán por arriba para seguir su camino sin nosotros. Nuevamente el “no control” de las variables que rigen la vida puestos en la canción.

Afloran en la letra ciertos conceptos y conceptualizaciones que serán una marca registrada de Greg Graffin, como las magnitudes termodinámicas, la disipación de energía y la genética. La entalpía, uno de los términos “raros” de la canción, se refiere precisamente a una magnitud de la termodinámica definida como: el flujo de energía térmica en todo proceso químico afectado a presión constante cuando el único trabajo es el de presión-volumen. Traducido al lenguaje de la divulgación científica significa la cantidad de energía que un sistema intercambia con su medio. Es una transformación que permite aportar o reciclar energía del entorno y que se calcula con un valor igual al calor intercambiado con el ambiente exterior al sistema analizado. En este caso el sistema es el individuo, el ser humano, una diminuta forma de vida en medio de un “mar de elementos entálpicos”. Finalmente, la energía, que no puede ser creada ni destruida se disipa precisamente en forma de calor para ser transformada en favor de otros sistemas. La finitud de la vida humana contribuye así al desarrollo y vida de todo lo que forma la Tierra.


Árbol filogenético

El cantante afirma que sólo somos “un pedazo de caos relacionado filogenéticamente” para en la misma estrofa hermanarnos con el resto de las especies que habitan la Tierra. Sobre el caos ya nos referimos antes. La filogenética es la disciplina de la biología que precisamente establece el parentesco entre distintas especies por medio de la relación histórica entre distintos grupos de organismos a partir de la distribución que toma un árbol dicotómico de los caracteres comunes, al menos entre dos especies. Puede apelar según el rubro al que se dedique a las moléculas (ADN, ARN o proteínas), a la anatomía comparada de fósiles y embriones o a las biomoléculas (aminoácidos, lípidos, carbohidratos, proteínas, polisacáridos y ácidos nucleicos).



Quedan muchas otras canciones de Bad Religion que abordan esta particular forma de composición. Las iremos abordando en próximas entregas por las páginas de La Linterna. ¡Sigan nuestras redes para estar al tanto!


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Bad Religion y las referencias científicas (Parte I)

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