Cobertura exclusiva
Festival Atlántico Vol. 3
Lo nuevo y lo vigente de la escena marplatense se reúnen por tercera vez en el Festival Atlántico Vol. 3. Loquero, Buenos Vampiros, Las Tussi, Tomates en verano, Marchitorial, Diasol y Este verano no fui a la playa comparten escenario con Juana la Loca y Mujer Cebra en Ciudad Cultural BrewHouse, en la tarde y noche del día del amigue, con cobertura especial de La Linterna Noticias.
Por Caro Figueredo
Ph: Ariana Varela
Una fábrica de cerveza artesanal en los alrededores del puerto, un dueño fan de la música, mucha movida de diferentes momentos musicales de la ciudad y un festival avalado por un sello emblema del under (Casa del Puente) dan como resultado una fecha donde la amalgama de experiencias generacionales es la protagonista.
Ciudad Cultural BrewHouse del Puerto de Mar del Plata es una cervecería y destilería artesanal con una variedad de opciones y una calidad característica que ha sido reconocida con varios premios internacionales. De hecho, los estandartes adornan las paredes y en ellos se pueden leer los distintos años y premiaciones que ha recibido. El predio ocupa una gran parte de la manzana sobre la Diagonal Garibaldi y cuenta con un patio cervecero, un espacio amplio con mesas y sillas, otro también de grandes dimensiones y en el que se pueden ver, a través de unas ventanas vidriadas, los toneles y maquinarias varias, y que hace las veces de preludio para el sector del escenario. Con techos altos, muy altos y una calefacción al palo, las cervezas y tragos van y vienen. Los encuentros y abrazos también. Afuera el clima no es muy agradable; sin embargo, adentro todo es festivo: es el día internacional de la amistad.
El Festival Atlántico empieza a las 16:30 con un set de DJ Bailable, que repetirá sus intervenciones electrónicas entre banda y banda. Mientras el público va llegando y se cruza con músicos, organizadores y trabajadores de la fecha, se suceden Este verano no fui a la playa, Diasol, Marchitorial y Tomates en verano, con sus melodías indie, punk, surf rock y dream pop made in Mar del Plata. Las agrupaciones más noveles se caracterizan por la diversidad de estilos, aunados por la meticulosa curación del line-up. Cultores de la nueva corriente alternativa de la ciudad, protagonizan un buen paneo de lo que sucede por estos lados, principalmente en vivo. Las presentaciones demuestran una vitalidad desbordante. Si bien heterogéneo, la unidad la genera un paisaje sonoro con determinación: la actitud de los músicos es de entrega y profesionalismo, tanto de aquellas que recién empiezan como de las que tienen años gastados en escenarios.
En este punto, cabe resaltar que Juana La Loca está presentando los 30 años de Electronauta, aquel disco con el que cimentaron las bases del movimiento sónico en Buenos Aires y alrededores. Con un setlist lleno de hits (“Lo más tierno hoy” y “Autoejecución” del disco homenajeado, rankean alto), suenan ajustados y se llevan el aplauso del público. La legendaria banda declara a través de sus canciones que, después de todo lo vivido, han sabido transformar sus melodías para seguir resultando “modernos”, diseñando el sonido que los define. La peculiaridad es que se valen de equipos valvulares para lograr texturas sonoras imposibles de alcanzar con la tecnología digital.
Las Tussi arrasan el escenario con su garage noise punk, bien característico de un power trío que se precie de tal. Quizás estamos utilizando muchas etiquetas: lo hacemos para intentar transmitir lo vivido. Dice el teórico Oscar Steimberg que los géneros constituyen opciones comunicacionales sistematizadas por el uso: contribuyen a organizar la oferta, además de constituir un recurso general de la descripción y la conversación. Así, los géneros instituyen condiciones de previsibilidad en distintas áreas de producción e intercambio cultural. O sea, todes sabemos a qué nos referimos cuando decimos “sonidos alternativos”, “garage” o “postpunk”, por poner ejemplos. Nos ordenan el entendimiento. En definitiva, si tienen la posibilidad de ir a ver a alguna de estas bandas en vivo, háganlo. No se van a arrepentir.
Mientras tanto, Mujer Cebra y Buenos Vampiros (Bs. As. y Mar del Plata respectivamente), son los exponentes de la denominada “escena post-pandémica” que tanta tinta y tantos relatos han ocupado en medios especializados. Ambas bandas habían tocado y agotado entradas el día anterior en la Ciudad Cultural Konex de Buenos Aires junto a Fin del mundo. Es que este es su presente: de tocar mucho y de crecimiento dinámico. De hecho, el 2 de junio Mujer Cebra ofició de banda soporte de los neoyorquinos Interpol en el Luna Park, con una aceptación destacada de conocedores y nuevos escuchas.
Al momento en que los chicos de Mujer Cebra realizan un show potente, el público colma las instalaciones. Un recorrido por el lugar da cuenta de que son una de las bandas que todes quieren ver y oír. No sólo disfrutan de las canciones (“XXYY” y “Verano sin personas”, por nombrar sólo dos) y las guitarras filosas características del grupo, también conocen sus letras y las corean, las bailan, realmente las sienten como propias.
Algo similar ocurre cuando, unos minutos más tarde, Buenos Vampiros toma por asalto el escenario con sus melodías que remiten a los ochenta: The Cure, Joy Division y New Order son claros referentes de este grupo que saltó de Mar del Plata a una escena más federal. Claramente, la mayoría de gente joven que está en BrewHouse ha ido a verles. Y lo bien que hacen, pues no defraudan. El jueves 18 publicaron su más reciente álbum, un desafío ante la cultura del single, con once tracks que abordan temáticas existenciales, lúgubres y sensibles. En vivo, “los vampis” no pierden la fuerza. Al contrario, la voz de Irina y la de Ignacio cobran un poder descomunal sobre la base espesa del bajo de Luana y la batería de Mora. Y el agite no se hace esperar mientras recorren sus tres discos (“14 de febrero”, “Desmotivada” y “Puedo ver el mar en tus ojos” estremecen). En un momento, personal de seguridad intenta prohibir el mosh a lo que Ignacio, muy sabiamente, interpela diciendo “gracias, pero nosotros sabemos cuidar a nuestro público”.
Las condiciones de producción del arte de cualquier agrupación marplatense tienen un condimento especial. El desánimo, la depresión, el cuestionamiento vivencial provienen de ser una ciudad supuestamente “feliz” en verano, aunque con un trasfondo mucho más oscuro de lo que puede verse. La rutina de la apariencia se hace pedazos cuando el frío llega. Y comienza a notarse la pobreza, la desocupación, la derechización de gobernantes. Entonces, como respuesta a estas circunstancias surgen las propuestas más viscerales, densas, que le cantan a la desmotivación, intentando “hacer algo para no morir”.
En esta misma senda, Loquero se presenta como emblema del desahucio hecho música. Provenientes de otra movida, años atrás junto con grupos punk que le cantaban al inconformismo, la soledad, la agonía y la muerte con una dosis de profundo antisistema, siguen cosechando elogios de pares y público. Es un hecho que entre los asistentes a los recitales de Loquero siempre haya comunión entre pibes realmente muy jóvenes y personas adultas de treinta, cuarenta y más años. Y conviven en el pogo, el mosh y el baile. También arriba del escenario: Irina de Buenos Vampiros sube a interpretar junto a la banda “Días extraños” del aclamado segundo disco Club de solos. A la hora de tocar “Frío” del mismo disco, es el músico Cussy Fernández quien se suma a cantar con Chary.
Actualmente están presentando su nuevo disco, Espíritu de 3 tonos (tocan “Diábolo” y “Secreto”, al que pegan “Cayendo”, en el momento quizás más desgarradoramente emocionante del set), que tiene una recepción muy positiva. Se trata de una vuelta a las raíces más crudas de los primeros discos, luego de peregrinar por diferentes géneros y estilos en varios trabajos de estudio. ¿Será lo visceral de la propuesta su mayor virtud? No lo sabemos, pero mientras tanto disfrutamos de sus canciones, de sus vivos y de la autenticidad de Chary, Aku, Ito y Yamandú.
Creemos que esa es la constante del festival: lo genuino y verdadero que emanan las diferentes bandas que se presentan, lo ameno del espacio, la sana convivencia generacional y la curaduría de la fecha. Lo saludable de este tipo de eventos (esta es la tercera edición del Festival) es que brindan la posibilidad de descubrir nuevas bandas, así como también de reafirmar en vivo sobre aquellas que están haciendo ruido en la escena.
Agradecimientos:
Alejandro Almada Management – IG: @almadaalejandro_aa
Editorial Mutanta – IG: @editorialmutanta
Ariana Varela Fotografía – IG: @arianavarela_
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