Conversamos con Luna Reynoso, escritora y docente varelense, sobre sus motivaciones de este proyecto que conmueve y tiene la intención de acercar desde la amorosidad la importancia de sanar los pasados arrebatados

Por Carolina Figueredo

“Todas las personas tenemos muchas cosas dentro nuestro. Y a donde sea que vayamos, llevamos todo eso…”. Así comienza el relato de Luna Reynoso, escritora oriunda de Florencio Varela, en Lo que llevamos dentro. Un libro que conmueve y tiene la intención de acercar desde la amorosidad la importancia de sanar los pasados arrebatados.

Hablar salva, cura, limpia. Luna se aproxima a una temática compleja desde la importancia de entender lo invisible y darle el espacio al restablecimiento y la fortaleza. Como ir desarmando un artefacto con muchos cables hasta que no sea más peligroso, hasta que ya no nos pueda lastimar. Los ruidos que se agigantan con el tiempo, que toman pesada corporalidad, nos hace imposible escuchar otros ruidos, los bellos que nos otorga la vida. Porque la música de la existencia no tiene espacio entre tanto susurro maligno y creciente.

Luna Reynoso es profesora en educación inicial, alfabetizadora de jóvenes y adultes, acompañante terapéutica y estudiante de psicopedagogía. Quizás a través de su formación es que encontró la estructura pedagógica que tiene el libro, que va llevando al destino de modo sutil: “le di el abordaje más cálido que me fue posible, con la intención de que el libro tenga una cierta fluidez para todas las edades”, nos cuenta. 

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La Linterna: ¿A partir de qué idea surge el libro?

Luna Reynoso: En principio, la idea del libro surge una tarde de injusticia, en la que participamos de una marcha a la fiscalía por una de las tantas causas de abuso sexual infantil que están cajoneadas hace años. Ese día sentí una impotencia tremenda que me invadió por completo. Me sentí sin poder hacer nada más que creer y acompañar. Estaba tan enojada que me pregunté a mí misma una y otra vez qué es lo que podía hacer por esas situaciones de injusticia, cuáles cosas podían estar mi alcance y cuáles no. 

En ese momento solo pensé en poder regalar palabras de templanza y calidez. Palabras que me gustaría que me digan a mí si me sintiera indefensa, desprotegida y desconfiada de les demás, de les adultes, de voces grandes que no oyen ni dejan oír. Pensé en las palabras que quisiera decirle a las infancias y me cayó el título desde lo más interno. 

LL: ¿Cómo llegaste a la Editorial Niña Pez?

LR: Llegué a través de la presentación del proyecto, el cual fue evaluado y aprobado por la jefa editora, para empezar a compartir el proceso de edición y maquetación. 

LL: ¿Cuántos ejemplares tuvieron la primera y segunda edición? ¿Quisiste hacerlo por editoriales desde el principio?

LR: Entre la primera y la segunda edición imprimimos 110 libros aproximadamente, con algunos contratiempos y obstáculos que fueron superándose de a poco. Lo cierto es que publicar por editoriales fue lo primero que se me ocurrió al terminar de escribirlo. Después de esas dos ediciones, diseñé y edité una nueva, de manera independiente y con ayuda de mi hermano. Esta tercera edición es diferente, ya que tiene una tipografía apta para dislexia y una carta con “actividades” de ESI y educación emocional incluidas.

LL: ¿Qué respuestas tuvo, a tu entender, el proyecto?

LR: Creo que fueron muy buenas, me siento muy agradecida por la llegada que tuvo, y espero, siga teniendo. Recibí muchas reseñas, para mi alegría se leyó en los tres niveles educativos y tuve muy buenos comentarios y críticas. 

LL: La nueva edición está complementada por una traducción en Wichí…

LR: La idea la llevé adelante gracias a un amigo mío cacique de una comunidad de Salta, en el dique El Morillo. Él me ayudó a traducirlo a través de centenares de mensajes y después de presentarlos, los libros viajaron hacia allí con ayuda de un colaborador de los pueblos originarios de la zona. Me movió la idea de llegar a más niñes aún, que puedan expresar lo que les haga ruido adentro suyo.

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LL: ¿Qué más nos podés contar de esta nueva edición? ¿Cómo se dio la ligazón con otres artistas de la zona y de qué manera participan?

La nueva edición, la mía, incluye distintos laburos de artistas de la zona, con les que fui congeniando en el camino. Quise abrirle las puertas a algo más colectivo, que se pueda ir armando de a poco. Dentro de les artistas que participaron, está mi compañero de vida, Juan Ignacio E. Rodríguez. Él es músico, docente y compositor y escribió un relato inspirado en el libro. Ayelén Rodríguez, escritora, psicóloga y coordinadora del espacio Mucha Palabrería, participó escribiendo un relato inspirado en el libro. Sofía Expósito, realizó un collage digital basado en el corazón de la tapa. Y Victoria E. Rodríguez realizó una ilustración digital.

LL: ¿En qué artistas te inspiraste para hacerlo?

LR: Estrellita Caracol fue la principal en el área de ilustración en collage. Después de hacer un curso con ella, empecé a hacer las ilustraciones del libro con sus técnicas. Y en cuanto a la narrativa, mi mayor inspiración es Elsa Bornemann, amo y admiro cada metáfora y la sutileza con la que escribe sus cuentos. 

LL: ¿Crees que falta hablar de ciertos temas en las infancias? ¿Se puede ayudar a niñeces desde la literatura?

LR: Si bien creo firmemente que es muy importante conversar de ciertas cosas con las niñeces, también creo que la expresión de nuestros sentimientos es algo que podríamos repensar todes, a cualquier edad y por cualquier situación. Creo que saber reconocer lo que nos pasa, identificar lo que nos lastima, y poder expresarlo, son pasos fundamentales para ir sacando y sanando nuestros propios ruidos molestos. 

Ahora bien, si comenzamos a charlar de esto con las infancias, el camino de la educación emocional será mucho más fértil. ¡A eso apuesto yo! 

LL: ¿Qué proyectos tenés por delante?

LR: Tengo en mente publicar un nuevo proyecto, que ya está cercano a terminarse. Está basado en las vivencias y el cuidado de una familia a una niña diagnosticada con el Trastorno del Espectro Autista. Estoy en búsqueda de nuevas Editoriales y próximos horizontes. 

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Lo que llevamos dentro es un libro que merece ser leído porque, como dice Luna en una parte de su relato, “lo invisible es todo lo que nos mueve”. Y porque este proyecto nos conmovió y deseamos que llegue a más manos, estaremos sorteando dos ejemplares. ¡Estén atentes a nuestras redes!